Los supermercados europeos ya pueden vender el primer insecto alimentario
Por primera vez, se autoriza la venta de este "nuevo alimento", un tipo de gusano amarillo seco conocido también como escarabajo de la harina.
El Diario Oficial de la Unión Europea ha publicado este miércoles la reglamentación que permite, por primera vez, vender un insecto en el mercado comunitario como "nuevo alimento", en concreto un tipo de gusano amarillo seco.
Se trata de un reglamento de la Comisión Europea (CE) que autoriza la comercialización de larvas desecadas del también denominado escarabajo de la harina o larva de escarabajo oscuro ('Tenebrio molitor larva').
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA por sus siglas en inglés) determinó que, a la luz de las pruebas científicas disponibles, el nuevo alimento no supone un riesgo de seguridad para la salud humana.
El insecto, consumido diariamente por millones de personas en todo el mundo, puede comerse entero como aperitivo o como ingrediente de diversos alimentos, por ejemplo, en productos proteicos, galletas o pastas.
LA EFSA ADVIERTE DE EFECTOS ADVERSOS
La EFSA advirtió en su momento, no obstante, de que el consumo del gusano de la harina puede provocar reacciones alérgicas a sus proteínas en personas alérgicas a los crustáceos o a los ácaros del polvo.
Desde que en enero de 2018 entrara en vigor el reglamento sobre nuevos alimentos de la UE, la EFSA ha recibido un "gran volumen" de solicitudes que cubren una "amplia variedad de nuevas y tradicionales" fuentes de alimentos, entre las que se incluyen productos derivados de plantas, algas, frutas no autóctonas e insectos comestibles, según informó cuando publicó su opinión sobre el gusano de la harina.
EL CONSUMO DE INSECTOS: UNA ALTERNATIVA QUE EMPIEZA A PLANTEARSE EN ESPAÑA
Según los datos ofrecidos hace unos días por el 'VIII Observatorio Nestlé sobre Hábitos Nutricionales y Estilo de Vida de las Familias', el 19% de los españoles objeto del estudio se atrevería a comer insectos.
En este sentido, casi un cuarto de los españoles reconoce haber consumido insectos en alguna ocasión y de estos, más de la mitad repetiría. Sin embargo, los que no los han probado muestran poca predisposición a hacerlo.
No obstante, y a la hora de pensar en qué formatos estarían dispuestos a consumirlos, la mayoría, el 35,9%, los comería camuflados como un ingrediente más del producto o de la receta y sin que se note. En segundo lugar, el 16,4 % los utilizaría como una alternativa a la harina para preparar rebozados o pasteles y en tercera posición, el 13,6 % lo incluiría en su dieta a modo de snack crujiente.
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