Los mejillones pueden salvarse de las mareas rojas

Es posible conseguir mejillones que no acumulen toxinas utilizando técnicas de selección genética, según un estudio.

Los mejillones pueden salvarse de las mareas rojas / Archivo
Redacción

17 de diciembre 2017 - 10:43

Es posible conseguir mejillones que no acumulen toxinas utilizando técnicas de selección genética. Esta es la conclusión a la que han llegado, tras varios años de estudio, investigadores de diversas instituciones entre las que se encuentra la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).

El proyecto Epitox tiene el objetivo de determinar si es posible producir ciertas estirpes de mejillón que acumulen menos toxinas o, al menos, en niveles por debajo de los que se consideran perjudiciales desde el punto de vista sanitario.

En el trabajo se demuestra que es posible hacerlo, reemplazando o complementando la semilla silvestre con semilla producida en un criadero. Esta solución contribuiría a solventar el principal problema del sector mejillonero (las toxinas y las mareas rojas) y a obtener un producto mejor adaptado a los consumidores a un costo menor.

MEJILLÓN MEDITERRÁNEO

El mejillón mediterráneo es una de las principales especies de la acuicultura europea. Galicia, con una producción de alrededor de 200.000 toneladas al año, es la principal región productora de Europa y ocupa uno de los primeros puestos a nivel mundial.

El principal problema para el cultivo del mejillón es la acumulación de toxinas provenientes de las floraciones de microalgas (comúnmente conocidas como mareas rojas) que están amenazando seriamente el cultivo de este y otros bivalvos marinos en Galicia.

La acumulación de toxinas ha determinado la prohibición de comercialización del mejillón durante largos periodos

Estos episodios tóxicos recurrentes, que incluso han aumentado en los últimos años, han determinado la prohibición de la comercialización del mejillón durante largos períodos de tiempo. Dado que este evento ecológico es un proceso natural, es difícil encontrar una solución directa y definitiva a este problema.

Para intentar reducir los impactos asociados a dichos episodios se puso en marcha el citado proyecto. Uno de los objetivos era conseguir, a través de programas selectivos de mejora genética, cepas de mejillón con menor absorción de toxinas y mejor desintoxicación o, en última instancia, con un mejor equilibrio entre ambos procesos.

RESULTADOS VIABLES

Miguel Ángel Toro, investigador de la UPM que ha participado en el estudio, explica que se ha estimado “la heredabilidad y las correlaciones (genéticas y fenotípicas) para la concentración de toxinas tanto después de un episodio tóxico relacionado con la toxina diarreica principal (el ácido ocadaico) como después de un período de depuración en instalaciones interiores”. “Aprovechamos el diseño experimental para estimar los mismos parámetros para otros rasgos relevantes para la producción de mejillón, como los relacionados con el crecimiento y el color”, apostilla.

Los resultados obtenidos mostraron que las heredabilidades fueron moderadas pero significativas, tanto después de los períodos de acumulación como de desintoxicación, lo que señalaba la posibilidad de reducir la concentración de toxinas a través de programas de mejora en mejillones.

Los resultados del estudio respaldan la viabilidad de los programas de mejora para enfrentar los principales problemas de la industria del mejillón

“Los resultados de nuestro estudio respaldan la viabilidad de los programas de mejora para enfrentar los principales problemas de la industria del mejillón, pero este enfoque determinará un cambio en la producción de semilla, reemplazando o complementando la semilla silvestre con semilla producida en el criadero”, concluye Miguel Ángel Toro.

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