La OCU alerta de fallos en etiquetados de productos que cambian sus ingredientes
Asegura que las fórmulas de algunos fabricantes para informar de la sustitución de unos ingredientes por otros causan "confusión" en el lineal.
Una de las consecuencias de la guerra de Ucrania es la carestía de determinadas materias primas. Entre ellas el aceite de girasol, un producto muy utilizado en nuestro país, tanto para uso doméstico, como en la industria alimentaria. Lo cierto es que en el supermercado se ven productos con pegatinas o impresiones, y muchos usuarios se preguntan si eso es legal, advierte la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Desde la invasión rusa a Ucrania, el precio del aceite de girasol se ha incrementado muchísimo, pues la mitad de la producción mundial de este producto procede de estos países, lo que ha llevado a elevar su precio hasta alcanzar valores cercanos al aceite de oliva, indica la entidad.
Precisamente el aceite de girasol era un ingrediente habitual en muchos productos, pero ahora, para evitar unos sobrecostes difícilmente asumibles, están optando por cambiar el aceite de girasol por otras alternativas de menor coste y, claro, es obligado informar de ello a los usuarios.
A este respecto, la OCU recuerda que, con una nueva lista de ingredientes, hay que cambiar las etiquetas, imprimirlas, etc., cambios de etiquetado que suponen un coste para las empresas y requieren también un tiempo de adaptación.
UNA NORMA EXCEPCIONAL
Por ese motivo, y con el visto bueno de la Comisión Europea, el Consejo de Ministros aprobó un Real Decreto, que de manera excepcional, permitía a los fabricantes reetiquetar sus productos para adaptarse de una manera rápida a la falta de determinados ingredientes como consecuencia de la guerra en Ucrania. Esto es lo que especifica la legislación:
1.- Se permite utilizar pegatinas, impresión con tinta o cualquier sistema similar, para que se recoja la información actualizada relativa a los nuevos ingredientes.
2.- Además, pueden remitir a través de códigos QR o páginas web a una mayor información.
3.- También se debe anular la declaración del ingrediente sustituido, tanto en la lista de ingredientes como en la denominación de venta del producto, para evitar que se induzca al error por parte de los consumidores sobre la composición real del producto.
CONFUSIÓN EN EL LINEAL
Sin embargo, la organización indica que, a día de hoy, algunos productos han ido cambiando sus etiquetas: donde antes usaban aceite de girasol, ahora aparecen otro tipo de grasas (como el aceite de palma, de soja, nabina, etc.). Otros, sin embargo, todavía no lo han hecho, y se limitan a pegatinas o impresiones sobre la etiqueta o el envase, como la mayonesa Calvé o estas galletas de Cuétara.
Esto, en principio, es legal, pero aun así, la OCU considera que podrían mejorar y mucho esa indicación y pone varios ejemplos:
1.- La mayonesa Calvé cambia el aceite de girasol por el de soja. Avisa del cambio con impresión con tinta en un lateral del envase (sería mejor en el frontal, más evidente). Además, señala que se debería haber cambiado la lista de ingredientes.
2.- En el caso de las galletas Cuétara, la indicación está en el frontal del envase, lo que está bien, aunque se hace con una tinta negra sobre fondo oscuro, lo que impide la visibilidad. El fallo es que no modifican la lista de ingredientes. Es más, siguen manteniendo el dibujo en el frontal con la indicación del uso de aceite de girasol alto oleico, cuando ahora se ha cambiado este aceite por grasa de palma. Para respetar las normas deberían haberlo ocultado, indica la organización de consumidores.
EL CONSUMIDOR QUIERE SABER LO QUE COME
En resumen, para la OCU, este es un "recurso temporal y de emergencia", con el único fin de que seguir ofreciendo a los consumidores la información a la que tienen derecho no resulte demasiado gravoso para los fabricantes.
"A pesar de que sea legal, su uso no siempre está siendo el más adecuado, pues ejemplos como los anteriores revelan que se están pasando por alto algunas disposiciones de la norma, lo que pueden llevar a confusión a quien, por ejemplo, atraído por el reclamo del aceite de girasol, lo compre y se encuentre con que lleva palma. Además, la leyenda debería indicar claramente, quizá en caracteres más grandes, que se trata de 'nueva fórmula' o 'nuevos ingredientes'", concluye.
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