8 consejos para congelar tus alimentos y evitar el desperdicio
Congelar en raciones individuales, utilizar bolsas y recipientes herméticos o etiquetar cada alimento con su fecha de congelación son algunos de los consejos a poner en práctica. Te lo contamos con la ayuda de la app Too Good To Go.
Seguro que los productos congelados que guardas en la nevera te han sacado de un apuro en más de una ocasión. Pues bien, conviene recordar, además, que congelar la comida es una de las maneras más efectivas para alargar la vida de los alimentos y permite poder aprovecharlos al máximo para su consumo más adelante, evitando así el desperdicio.
Este es uno de los consejos que nos proporciona la app Too Good To Go cuando se aproxima ya el Día de la Comida Congelada, que se celebrará el próximo 6 de marzo y que surgió a propuesta del expresidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, en 1984.
"El congelador es sin duda un aliado contra el desperdicio de alimentos. Un buen uso del mismo es clave para conseguir aprovechar gran parte de la comida de una manera atemporal y garantizar su calidad. Según un estudio de la agencia británica Food Standard Agency, el 90% de los consumidores encuestados afirma que hay alimentos que nunca congelaría, y por ello creemos que es importante generar una mayor concienciación sobre qué y cómo se puede congelar para evitar que acaben siendo desperdiciados", afirma Helena Calvo, responsable de campañas de concienciación sobre el desperdicio de alimentos en la citada plataforma.
8 CONSEJOS
A continuación te exponemos algunos de los principales consejos que ofrece la citada app para que sepas cómo congelar bien los alimentos y así reducir y evitar el desperdicio de comida en casa:
1.- La temperatura es un factor clave. Para garantizar una buena congelación de la comida, la temperatura ideal a la que tiene que estar el congelador es de -18ºC.
2.- Usa bolsas y recipientes herméticos. Quitar el máximo de aire posible es esencial para que los alimentos aguanten más tiempo conservados.
3.- Congela en porciones para no desperdiciar. A la hora de congelar alimentos o las sobras de comida cocinada es muy recomendable hacerlo en raciones individuales. Así solo se descongelará la cantidad de comida que vas a consumir.
4.- Pon etiquetas a todo. La calidad de los alimentos congelados no va a durar eternamente. Por ello, es aconsejable escribir en una etiqueta la fecha de congelación y de caducidad. De esta manera sabrás cuánto tiempo lleva esa comida en el congelador y hasta cuándo puedes consumirla.
En este caso hay que tener en cuenta el tiempo que un alimento puede conservarse en el congelador sin estropearse. Por ejemplo, la carne grasa dura unos 6 meses y la magra unos 12 meses. En el caso del pescado azul aguanta bien unos 3 meses y el blanco hasta 6 meses. En el caso de las frutas u hortalizas pueden conservarse en buenas condiciones hasta un año, aunque no todas resisten igual la congelación. El pan aguanta unos 2 meses y las sopas y caldos pueden conservarse de manera óptima entre 2 y 3 meses.
5.- Usa la regla PEPS (FIFO en inglés). Lo primero en entrar en el congelador es lo primero que tiene que salir, así evitarás olvidarte alimentos en el fondo del mismo y que acaben estropeados.
6.- Puedes congelar casi todo, no solo la carne, el pescado o las sobras de ayer, sino también alimentos que quizás pensaste que no se podrían congelar, como el huevo. En este caso hay que sacarlo de la cáscara y ponerlo en un recipiente cerrado. También se puede congelar una gran variedad de verduras y frutas. Por ejemplo, el aguacate, que aunque al congelarlo puede modificar su textura, se puede utilizar en cremas, batidos u otras elaboraciones.
7.- Evita congelar y descongelar varias veces el mismo alimento. Esto puede suponer una pérdida de calidad y estropear el alimento suponiendo un riesgo para la salud.
8.- ¡Descongela despacio! Para evitar cambios bruscos de temperatura y que el alimento pierda calidad o se pueda estropear, lo recomendable es descongelar la comida en la nevera para que se vaya adaptando a la temperatura. Y una vez descongelado recuerda que hay que consumirlo en un tiempo máximo de 24 horas.
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