Todo lo que debes saber sobre el consumo de embutido para cuidar tu salud
Como indican diversos estudios, salchichas, hamburguesas, beicon, choped o mortadela, suelen contener grandes cantidades de sal y agua y llevan carne de la peor calidad posible.
En España, el consumo de carne fresca se redujo de 2020 a 2021 al tiempo que aumentó la ingesta de carne procesada con respecto al año 2019. Los hogares adquieren el 1,8% más de productos de este tipo, según destaca un informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Esta tendencia está afectando a nuestro bienestar y tiene un coste cada vez mayor en nuestra salud.
Como recuerda la Federación Española de la Nutrición (FEN) las salchichas tipo frankfurt son un derivado cárnico tratado por calor, similar en composición a la mortadela o el choped, con una calidad inferior a la de la carne fresca, recoge El Español. En concreto, se elaboran a partir de piezas cárnicas que suelen ser de la peor calidad autorizada (carne separada mecánicamente, raspada de los huesos del animal) pero se suele recurrir a ciertas estrategias para hacer más atractivo este producto al comprador.
Por su parte, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) señala que estas salchichas tienen un "aporte nutricional muy pobre" dado que aportan menos proteínas que la carne de cerdo (sólo el 12%), tienen una excesiva cantidad de sal (más de 1 gramo de sal por cada 100 gramos de producto) y se les añade más agua de la que sería recomendable (61%).
RIESGO DE PADECER CÁNCER
En suma, este tipo de productos procesados están induciendo un mayor riesgo de padecer cáncer, como el de mama, como ha demostrado la investigación del Instituto de Salud y Bienestar de la Universidad de Glasgow (Reino Unido) que hizo un seguimiento a más de 260.000 mujeres de entre 40 a 69 años. Determinaron que el riesgo de cáncer de pecho aumentó significativamente para todas aquellas que ingirieron más de nueve gramos de carnes procesadas cada día.
Otro estudio, en este caso a cargo de Maryam S. Farvid, investigadora del departamento de Nutrición de la Universidad de Harvard, analizó por separado los efectos de la carne roja y la carne procesada sobre el organismo a largo plazo. Realizó un metaanálisis de 18 estudios, casos control y ensayos clínicos. Los resultados, publicados en la revista International Journal of Cancer, concluyeron que las mujeres que consumen carne procesada tienen el 9% más de posibilidades de sufrir cáncer de mama que el resto. Además, el riesgo aumentaría el 6% entre aquellas mujeres que consumen carne roja.
Ya nos lo advertía en 2015 la Organización Mundial de la Salud (OMS) al asegurar que comer carne procesada (embutido, salchichas, hamburguesas o beicon, por ejemplo) era "carcinógeno para los humanos", un dictamen que numerosas publicaciones han respaldado.
Además, el riesgo de padecer cáncer de colon se incrementa el 20% al consumir 25 gramos de carne procesada diariamente, según un grupo de investigadores de la Universidad de Oxford. "No es lo mismo una carne de buena calidad, curada, sin más añadidos, que una mezcla de carne picada y restos, con mucha sal para aumentar su capacidad de conservación", señala la nutricionista Concepción Martínez al citado medio.
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