Los falsos mitos de que la leche causa mocos, asma y alergia bajan su consumo
Las bondades nutricionales de la leche como fuente de proteínas, vitaminas y minerales queden "enmascaradas" por verdades a medias, según la Asociación Interprofesional Lechera de Cataluña.
Los españoles han reducido en una década el consumo de leche de vaca en más de 9,15 litros por habitante y año, en parte, según los productores, por los falsos mitos que la rodean, como que causa alergias o diabetes, o que provoca un exceso de mucosidad y asma.
Con motivo de la celebración hoy del Día Mundial de la Leche, el Laboratorio Interprofesional Lechero, que crearon en 1988 ganaderos e industriales catalanes para controlar la calidad de la leche que se produce en Cataluña, ha lanzado el portal Labonallet.cat con el objetivo de garantizar la trazabilidad, calidad y seguridad de la información que circula sobre la leche y los productos lácteos.
Los productores y los transformadores de leche de vaca, cabra, oveja y búfala, agrupados en la Asociación Interprofesional Lechera de Cataluña (ALLIC), atribuyen el descenso continuado de los últimos años del consumo de leche a los falsos mitos y creencias sobre este producto.
El sector lechero lamenta que en los últimos años las bondades nutricionales de la leche como fuente de proteínas, vitaminas y minerales "hayan quedado enmascaradas detrás de estos mitos y verdades a medias", según los responsables de la ALLIC, que preside Ignasi Sans.
Según los productores, la introducción en el mercado de las bebidas vegetales representó el inicio de estas 'fake news' de la leche que ahora intentan combatir y lamentan que durante mucho tiempo se haya permitido llamarse 'leche' a productos que no lo son, lo que, según la ALLIC, "ha confundido a los consumidores y ha quedado en el imaginario colectivo".
UN PORTAL INFORMATIVO
Para luchar contra estos falsos mitos han creado el portal Labonallet.cat que recoge noticias, publicaciones, estudios, recetas y actividades relacionadas con la leche y sus derivados y que cuenta con el apoyo de la Generalitat.
También han editado un juego de cartas para luchar contra los falsos mitos de la leche en el que explican, con asesoramiento del Departamento de Salud de la Generalitat, que la leche "no es responsable de gran parte de las alergias alimentarias" como cree mucha gente que confunde la alergia a la leche con la intolerancia a la lactosa que puede provocar molestias digestivas en algunas personas.
Se estima que en España la incidencia de intolerancia a la lactosa es de entre el 11% y el 15% de la población, a quienes se les recomienda no tomar leche, aunque los parcialmente intolerantes pueden tomar productos lácteos bajos en lactosa, como yogures o quesos madurados.
Aunque los productores reconocen que los humanos son los únicos mamíferos que siguen tomando leche después de la lactancia materna, defienden la utilidad de su aportación nutricional, especialmente del calcio, ya que un vaso de leche de 200 ml que equivale a dos yogures no azucarados o a 60 gramos de queso fresco, aporta 240 mg de calcio, lo mismo que 480 gramos de sardinas, 260 gramos de brócoli, 425 gramos de garbanzos cocidos o 96 gramos de almendras.
"La leche es buena para los huesos y para los dientes", defiende el Laboratorio Interprofesional Lechero, por lo que recomienda tomarla a todas las edades.
LECHE Y AUMENTO DEL COLESTEROL, OTRO FALSO MITO
Otro de los falsos mitos que los productores intentan deconstruir es que la leche haga aumentar el colesterol. "Lo que hay que dejar de consumir si se tiene colesterol es alimentos altos en grasas saturadas", argumentan los productores, que recuerdan que en el mercado hay leches bajas en grasas, semi y desnatadas.
También dicen que es falso que se tenga que dejar de consumir leche y sus derivados en dietas para bajar peso, "ya que no son alimentos especialmente ricos en calorías y hay variedades bajas en grasa y sin azúcares añadidos".
Que el consumo de leche puede provocar diabetes tipo II es otro de los falsos mitos que quieren desmentir, así como que el consumo de leche provoque un exceso de mucosidad y asma. Para ello muestran estudios "ciegos" -en los que el paciente no sabe si consume leche o un placebo- que demuestran que no crecen los mocos ni la incidencia del asma si se toma leche.
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