Nuevas restricciones para la hostelería ante el avance del coronavirus

La Comunidad de Madrid ha anunciado este viernes que adelantará el toque de queda a partir del lunes 18 de enero a las 23 horas y se mantendrá hasta las 6 horas, y los establecimientos de hostelería deberán cerrar a las 22 horas ante la tendencia al alza de los contagios por coronavirus.

Se suma de este modo a la ampliación de restricciones anunciadas por otras comunidades como Castilla y León, que ha decidido adelantar a las 20.00 horas el toque de queda o confinar perimetralmente todas las provincias como añadido a otras medidas restrictivas que afectan a la hostelería y el comercio como el cierre en el interior de los establecimientos hosteleros o la clausura de centros comerciales. Castilla y León ha pedido además, junto a comunidades como Andalucía, que el Gobierno central vuelva a decretar un confinamiento domiciliario general como el impuesto en el mes de marzo y que supondría, evidentemente, el cierre total de la hostelería.

En Cataluña, por su parte, de nada han servido las protestas de comerciantes y hosteleros. Los centros comerciales seguirán cerrados todos los días a la semana y el comercio no esencial, los fines de semana. La restauración sólo podrá operar a primera hora de la mañana y durante el mediodía.

Una vez más, cada avance -nueva ola- de la Covid-19 vuelve a suponer un golpe para el sector Horeca. Los gobiernos, autonómicos y central, no dudan en que la hostelería sea el primer sector sacrificado, quién sabe si para servir de chivo expiatorio ante una situación de desborde que deja en muy mal lugar a las Administraciones Públicas. Es evidente que algo no se está haciendo bien.

La hostelería ha hecho su parte y ha demostrado con datos que la cifra de contagios en el sector es mucho más baja que la que arroja la incidencia general. Los gestores públicos, sin embargo, no dudan en asfixiar al sector con restricciones y cierres poniendo la mirada de la población en los bares y restaurantes como culpables de la situación. Decretan cierres día sí, día también, sin demostrar que el Horeca esté detrás de los contagios mientras vemos constantemente imágenes de redes de autobuses, Metro, trenes y aeropuertos que siguen registrando acumulaciones de ciudadanos como si la cosa no fuera con ellas. Los hosteleros se preguntan por qué.

EL GOBIERNO ABANDONA AL HORECA

Por si fuera poco, España se ha convertido en el único país europeo sin ayudas directas a la hostelería. A comienzos del pasado de noviembre, Juntos con la Hostelería solicitaba a las comunidades autónomas y a la ministra Reyes Maroto que aprobasen con urgencia el Plan de Apoyo al sector anunciado por el Gobierno y pidió que se incluya en el mismo ayudas directas al sector por valor de 8.500 millones de euros. Las medidas llegaron un par de meses después y son "claramente insuficientes" según denuncia el sector.

En Europa, sin embargo, la cosa es bien distinta. Solo las subvenciones al sector hostelero en seis países europeos superan los 40.000 millones de euros, según el informe de Competur "Las compensaciones a la hostelería llegan a siete países europeos". Alemania, Francia e Italia tomaron medidas para sostener a bares y restaurantes hace varias semanas y tardaron menos de un mes en reaccionar desde que se impusieron las nuevas restricciones a la actividad por la segunda oleada del coronavirus. En el caso de España, no se ha aprobado aún ninguna cuantía de ayuda directa al sector por parte del Gobierno, tras el comienzo de las medidas restrictivas de cierre que ahora se ve incrementado día a día en las comunidades autónomas.

Cada día, decenas de bares y restaurantes echan el cierre para siempre. Muchos sectores del Gobierno dijeron en su momento que no querían que España fuera "un país de camareros" (Sic). Parece que se han tomado en serio su desempeño.