McDonald's gana la batalla contra sus exfranquiciados rebeldes

McDonald's ha ganado la batalla legal abierta por un grupo de exfranquiciados que cuestionaban los cánones establecidos en las cláusulas de marketing y costes logísticos, informa El Economista.

Si bien no existe ya ningún litigio con los franquiciados actuales, la empresa mantiene aún abiertos cinco casos de tres antiguos asociados, encabezados por Luis Cañizares, un empresario que era propietario de un local en Vinaroz (Castellón) y al que la multinacional reclama 1,2 millones más intereses, por lo que la cantidad actual, según sus cálculos, ascendería a 1,6 millones de euros.

En el trasfondo de esta cuestión, se encuentra la obligación que tienen todos los franquiciados de McDonald's de pagar a la empresa un canon a cambio de su pertenencia al sistema. Para poder desarrollar todas las campañas de marketing, publicidad y promoción de los restaurantes, McDonald's España creó una asociación de franquiciados denominada COOP, a la que se aporta una contribución del 4% de las ventas.

NUEVE AÑOS DE BATALLA LEGAL

Cañizares lleva desde 2014 inmerso en una batalla legal contra el gigante estadounidense y ha interpuesto varias demandas. Pero ha perdido. De acuerdo con la documentación a la que ha tenido acceso el citado medio de comunicación, el Tribunal Supremo ha confirmado una sentencia previa de la Audiencia Provincial y ha dado la razón a McDonad's, que ha reabierto el restaurante en la localidad de la Costa del Azahar con otro franquiciado distinto.

En la sentencia se asegura que el recurso presentado por Cañizares ante el Supremo "carece de fundamento", insistiendo en que "no se pueden considerar infringidas las normas legales sobre interpretación de los contratos", descartando que haya habido incumplimientos de los mismos.

McDonald's superó el año pasado por primera vez los 600 restaurantes en España y tiene bajo franquicias el 92% de su red, en total 123.

El 'modus operandi' de la compañía con los futuros franquiciados pasa por una formación obligatoria de aproximadamente 12 meses, transcurrida la cual la compañía ofrece un contrato de franquicia por 20 años. Son muy pocas las veces en las que los franquiciados han dirimido sus eventuales divergencias en los tribunales, que de todos modos han dado siempre la razón hasta ahora a la compañía.

Algunos de los socios díscolos están tratando ahora de impulsar una querella contra la compañía a través del despacho de abogados Cremades, aunque según fuentes jurídicas, teniendo en cuenta los antecedentes, no será fácil que pueda prosperar. Entre otras cosas, denuncian costes duplicados y eso es algo que ya está descartado.

LUCHA POR LA SUPERVIVENCIA

"Sé que esto es como cuando uno pierde al fútbol y le echa la culpa al árbitro, que al haber perdido el juicio no tengo credibilidad", admite Luis Cañizares en conversación con El Periódico de España. "Pero mi situación es de lucha por la supervivencia. No quiero ni luchar contra una multinacional ni aprovecharme, solo intento no arruinarme. McDonald's me reclama unas cantidades ingentes de dinero. En cualquier otro negocio serían impensables".

"Estoy en una lucha desesperada por salir de lo que yo llamo la esclavitud del contrato de franquicia", lamenta Cañizares. "Tuve otro restaurante que fue mal, perdí el dinero y ya está. Pero años después no me siguen cobrando. A McDonald's no me lo quito de encima. Lo único que deseo es que me dejen en paz", sentencia.