La distribución a horeca cerrará 2023 con crecimientos casi planos en volumen
Entrevista de Antonio Agustín a Jordi Turmo, director general de Fedishoreca.
Desde el pasado mes de junio, Jordi Turmo es director general y ejecutivo de Fedishoreca, asociación nacional que agrupa a más de 600 distribuidores de horeca y que representa a España en CEGROBB. También será director general de Adiscat, la patronal catalana.
- ¿Cuál es tu valoración inicial de la situación del canal horeca? ¿Qué aspectos positivos y negativos destacarías en el actual contexto?
Llevo en contacto directo con el sector más de treinta años. Pienso que sigue siendo sólido y que mantiene buenas cifras. De hecho, en algunas áreas, las más turísticas de nuestro país, 2023 ya supera la etapa prepandemia.
Sin duda, hay problemas que son preocupantes, como la falta de personal, la pérdida de experiencia profesional o de aprendizaje y formación de los distintos oficios; o las normativas nacionales e internacionales, que obligan a realizar importantes inversiones a los distintos actores de la cadena de suministro. Por otra parte, los puntos fuertes son el turismo, el clima y los crecimientos económicos de España dentro de Europa.
- ¿Y sobre la distribución a horeca?
Todo lo que afecta a la hostelería impacta directamente en el lado del distribuidor. En cualquier caso, si nos centramos sólo en la distribución, destacaría como puntos más débiles la falta de repartidores, por ser un trabajo más duro que en otros sectores. Además, compite con los fuertes incrementos de la necesidad logística del comercio electrónico. La digitalización que se acelera universalmente y nuestro sector, muy tradicional, tiene altos costes para formarse, tecnificarse, actualizarse… A esto hay que añadir que las normativas para que las ciudades sean más limpias, más ecológicas y reduzcan sus emisiones afectan a las flotas de vehículos y sus renovaciones más urgentes.
El capital de inversión, su financiación y su amortización no esta al alcance de todos los negocios. Y hay que sumar los incrementos de costes en energía, combustibles, precios de tarifa de bebidas y alimentos... todo ello ha afectado drásticamente el margen.
La única parte que sigue siendo positiva, como se dice en algunas partes de la cadena de valor, es que la distribución es esencial y su papel sigue siendo indispensable, por lo que hay que cuidarla tanto como a cualquier otro integrante de esta cadena, en un sector clave en el PIB nacional.
- Desde hace muchos años se habla de que acabarán entrando operadores extranjeros que cambiarán al sector. ¿Qué opinión te merece?
Pienso que somos un sector en crecimiento y que hemos resistido momentos muy complicados, sobre todo la reciente pandemia. Como punto de encuentro de la sociedad y del turismo nacional e internacional, nos vimos con el cierre total muchos meses y en áreas clave.
Cerrar un negocio en cualquier otro sector habría traído la desaparición, pero la respuesta en el momento de la reapertura fue más sorprendente, si cabe, que el propio cierre. La capacidad de crear nuevos negocios frente al cierre fue brutal.
Por todo ello, somos muy atractivos, desde siempre, pero a la vez complejos y distintos, con márgenes reducidos y con un nivel de competencia importante -más de 1.500 distribuidores locales y de grandes grupos-, por lo que el know-how conllevará tiempo para cualquiera que entre desde cero, por lo que debería ser absorbiendo negocios actuales.
Personalmente no creo que haya un cambio radical, pero sí que vayan produciéndose algunas operaciones, como ya se han visto en el pasado. Más creo que jugadores actuales seguirán la dinámica de ser más verticales en la cadena. Fabricantes que tendrán su propia distribución o negocios de cash o mayoristas que crearán redes más potentes de distribución.
- Otro tema recurrente es el de la atomización de operadores con entorno a 300.000 puntos de venta. ¿Concentración por fin a la vista?
Desde mi punto de vista, aunque sea la hostelería organizada la que siga creciendo y encontrando la mejor oferta al consumidor, tickets bajos, calidad y variedad en su oferta, y que la hostelería más tradicional no encuentre sucesión familiar, pienso que unos sustituirán a otros, pero el total de puntos de venta -siempre que la economía y el turismo resistan- no decrecerá. Incluso toda aquella oferta que realiza la inmigración dentro del canal ha ganado en nivel y precio en los últimos 5-10 años… y con muy poco crean nuevos negocios “tradicionales”.
- Los datos económicos reflejan que hemos dejado atrás la pandemia. ¿Qué ha cambiado en la distribución?
Los cambios tienen que ver con su aún mayor capacidad de adaptación a los giros del mercado -horarios, zonas de bajas emisiones, restricciones de circulación, concienciación con la sostenibilidad del planeta, necesidades variables de personal, épocas de mayor reflexión y planificación-; en resumen, el tener que plantearse recurrentemente una mayor visión del futuro, pero, tras la pandemia, la normalidad volvió y con ella el 90% del modelo de negocio. No creo que hayan sido cambios tácticos u operativos, sino una evolución en la forma de afrontar las distintas reglas de juego, y sin duda, mayor capacidad de adaptación del modelo de negocio.
- ¿Cuáles dirías que son los principales cambios que afectarán a este sector en los próximos años? ¿Alguna “reconversión” pendiente?
Como decía antes, debemos ser un sector más estratégico, aprovechando la capacidad de planificar y adelantarse a los cambios que nos aporta la cercanía con el fabricante, con las grandes marcas. Debemos estar más unidos entre todos los participantes de la cadena: asociaciones de hostelería final, asociaciones de distribución y transporte, y cualquier tipo de comercio colaborador. Porque esto nos hace más fuertes y con mejores propuestas e iniciativas frente a cambios inevitables en la producción, suministro y consumo.
La reconversión vendrá marcada de inmediato por la necesidad de sostenibilidad y digitalización. Quiero decir que los espacios, el tráfico y los residuos que produce nuestra actividad marcarán cambios que ya se están produciendo en el sistema de “¿qué fabricamos?”, “¿cómo lo repartimos?” y “¿qué hábitos de consumo nos vemos obligados a cambiar?”
Y sí, está pendiente, dentro del sector Distribuidores ganar notoriedad dentro de la cadena para convertirnos en el compañero de viaje que aporta soluciones y facilita al canal el servicio y calidad que marcas, establecimientos y consumidores necesitan. Tener la información clave y real para la administración, el fabricante y el productor, que permita tomar las decisiones más objetivas en el cumplimiento de los retos que nos hagan a todos más sostenibles.
- Fedishoreca es la gran patronal que agrupa a las principales empresas de distribución para el canal horeca. ¿Cuáles son las prioridades del sector a largo plazo?
Como decía, a largo plazo queremos ser un eslabón clave dentro de la cadena, para trabajar con el resto de las participantes a la hora de proponer un modelo que proteja la convivencia en grandes ciudades, que realice prácticas que reduzcan el cambio climático, que dé un servicio on-time a la hostelería y alimentación, que ofrezca la información real de los resultados de cada fabricante y productor y que esté actualizado digitalmente, de forma que tecnifique y dé un salto en su actualización en el mercado.
-¿Y a corto plazo?
Para ello, a corto hemos abierto varios proyectos que van en la línea de obtener una mayor notoriedad, como, por ejemplo, trabajar en un acuerdo marco y una hoja de ruta de la mano del Food Service Institute. Trabajar en planes comunes con una patronal como es Hostelería de España, estar en comités de trabajo como son Alimentaria/Hostelco o HIP. Realizar estudios de DUM con Aecoc, etc…
También pretendemos ganar asociados a nivel nacional creando nuevas asociaciones regionales, o ayudando a las actuales a tener sesiones regionales donde acabar por incluir a los distribuidores pequeños e independientes en cada zona. O incluso agruparnos con sectores de la alimentación congelada o fresca que sufren las mismas problemáticas del sector. O que ningún gran grupo quede fuera del trabajo que hacemos en todos estos proyectos.
También a corto plazo hemos iniciado proyectos enfocados a DATHOS. Queremos recoger mensualmente, como decíamos en cuestiones anteriores, la máxima información de ventas por categorías, formatos, áreas geográficas, etc.. para poder aportar a todo el mercado la información más real al minuto.
Iremos desvelando otros proyectos conforme se validen por los consejos de expertos de todas estas asociaciones.
- Fedishoreca elabora informes mensuales sobre la evolución del sector. ¿Qué perspectivas manejáis para el cierre de 2023?
Según nuestros asociados, tras el verano, la curva de resultados se fue aplanando, después de un arranque de año donde se crecía a doble dígito tanto en volumen como en valor. Ese crecimiento poco a poco fue aplanándose hasta el 1-2% en volumen y el 6-7% puntos en valor debido a la inflación de precios, por lo que todo apunta que terminaremos 2023 con crecimientos casi planos en volumen.
Un conjunto de muchos factores puede llevar a caídas de márgenes que sí afectan seriamente a las economías del distribuidor y a su enfoque para próximos años. Subida de costes de distribución, como son salarios de reparto, combustible y suministro de energía, renovación de flotas por normativas de sostenibilidad, etc… una inflación de precios del fabricante no repercutido al 100% por competitividad, etc. Todo ello es un caldo de cultivo que obliga, como decía antes, a reflexionar y planificar el negocio.
Por ello, hay que estar muy atento y concentrado para que 2023 se cierre de forma positiva al aprovechar que turismo y consumo se mantiene sanos, pero tomar buenas decisiones para que 2024 no pase factura en márgenes.
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