El Grupo Isabella’s inaugura su primer local en Madrid
El producto es el protagonista de la propuesta de Casa Isabella, muchas veces traído directamente de los productores italianos
Casa Isabella llega a Madrid para convertirse en una referencia de la comida italiana. Se ha reconvertido en restaurante para transportar a sus clientes a una casa italiana de los años 80 en la que las sobremesas se alargan sin pretenderlo.
El concepto de este nuevo restaurante se remonta a los inicios de Isabella, italiana sibarita nata que disfrutaba invitando a sus amigos a interminables cenas en casa. Ese mismo espíritu, además del amor de la familia por la ciudad de Madrid, es el germen de Casa Isabella, que convierte un singular edificio de tres plantas en su hogar en la capital, el lugar al que los amantes de la cocina italiana casera peregrinarán. Cinco acogedores espacios diferentes - salón, cocina, comedor, habitación y terraza - esperan a que los comensales ocupen sus recovecos para llenarlos de vida.
Las recetas familiares de Isabella que han son veneradas en el original Isabella’s de Barcelona son las estrellas de una carta que incluye platos míticos como los Fetuccini trufados o la Tagliata con romero y patatas fritas cocinados con todo el mimo para enamorar a los madrileños. El producto es el protagonista de la propuesta de Casa Isabella, muchas veces traído directamente de los productores italianos. La carta se complementa con una variedad de vinos italianos y españoles, pero también franceses, clásicos de siempre que se mezclan con jóvenes promesas.
Entre sus tres plantas se distribuyen las estancias propias de una verdadera casa: el salón en la planta baja está presidido por una gran chimenea de mármol recuperada. En el primer piso está la cocina-comedor que es el corazón de la casa, pequeño pero lleno de detalles como las lámparas de nácar italianas y, por último, la planta superior acoge el dormitorio y el baño, con sus camas con dosel, rodeados por la espectacular terraza de suelos hidráulicos. El estilo ecléctico y cálido de la casa, con moqueta de flores en los suelos, papeles de pared de William Morris y piezas de mobiliario únicas, acoge a los comensales haciéndoles sentir parte de la familia.
El proyecto de interiorismo ha sido realizado por el estudio Dalla Polvere, que fiel a su estilo ecléctico y cargado de matices, ha utilizado diferentes materiales para dotar de gran personalidad a cada una de sus estancias. Moqueta de flores para suelos, papeles de pared de William Morris y piezas de mobiliario únicas, pensadas y recuperadas especialmente para este proyecto; como las sillas Tulip de Saarinen o las lámparas tradicionales taiwanesas que encontraremos en el comedor. Toda una declaración de intenciones con el sello personal de Dalla Polvere, que otorga al espacio un carácter único y distintivo en pleno barrio de Salamanca.
No hay comentarios