Andalucía supone el 15% del mercado nacional de gran consumo

Hay que innovar, abordar la transformación digital y no tener miedo a salir fuera porque es lo que da mayor dimensión y posicionamiento para afrontar los retos de futuro. Así lo ha afirmado Luis Osuna, presidente de la Confederación Andaluza de Alimentación y Perfumería (CAEA) y ceo de Coviran, durante la celebración del I Congreso de Distribución Andaluza.

Osuna también se muestra positivo y optimista ante el 2015, un año “mejor” que el anterior, tal y como muestran los indicadores económicos. La recuperación ya se está notando “lentamente” en las tiendas y los establecimientos, y todo apunta a que este próximo semestre va a ser “muy positivo”. De esta manera, apuesta por abordar el futuro con “decisión y profesionalidad”, y también sin miedo para crecer en un mercado que no crece. Además, señala que hay que seguir incrementando la competitividad y la eficiencia.

Por otra parte, Osuna señala que Andalucía supone más del 15% del mercado nacional de gran consumo. Un sector donde la concentración se ha incrementado en los últimos años: los diez primeros operadores ocupan el 80% del mercado, y tan sólo cuatro son andaluces.

Así, explica que la confederación apuesta para que las empresas andaluzas sigan innovando y adaptándose a la realidad del entorno en un mercado cada vez “más competitivo”. Osuna destaca que Andalucía está a la cabeza en la adaptación a nuevos formatos, muchos de ellos basados en el descuento y en el precio. En concreto, ese modelo de descuento supone más del 20% de la superficie de Andalucía, lo que representa el 22% a nivel nacional. No obstante, señala que el precio no es la única vía para llegar al consumidor.

Actualmente, las empresas de Caea facturan por encima de los 27.000 millones de euros y dan empleo a más de 120.000 trabajadores. El objetivo de la confederación es defender esa unidad empresarial y servir de enlace e interlocutor del sector.

Por último, Osuna pide a las instituciones trabajar juntos para crecer en empleo y competitividad a través de una mejora de la regulación, la coordinación con las consejerías para tener leyes más eficaces y eficientes, la valoración global del impacto de las iniciativas legislativas, el freno a la presión fiscal, la simplificación de los trámites burocráticos y la estabilidad de la normativa de los horarios comerciales.