Competencia aboga por un impuesto para las bolsas de plástico
España consume entre 100 y 200 bolsas por ciudadano al año. El uso de bolsas de plástico de múltiples usos es casi nula.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha publicado su informe sobre el Proyecto de Real Decreto sobre reducción del consumo de bolsas de plástico, en el que aboga por la creación de un impuesto, al igual que existe en otros países, como la opción más eficiente.
El proyecto de regulación establece como objetivo que, a 31 de diciembre de 2019, el consumo anual de bolsas de plástico ligeras no supere las 90 unidades por persona y que, a 31 de diciembre de 2025, el consumo anual de estas bolsas no supere las 40 unidades por persona. Para ello, la nueva norma plantea como medida fundamental fijar un precio mínimo por bolsa que oscilaría entre 5 y 30 céntimos de euros, dependiendo del tipo de bolsa.
En este sentido, Competencia considera que fijar un precio mínimo no es la opción más adecuada, "puesto que introduce distorsiones desproporcionadas", alega. La Comisión recomienda así utilizar una figura impositiva por diversos motivos. En primer lugar, estima que "permite internalizar más eficientemente el daño producido al medio ambiente". De esta forma serían el conjunto de consumidores los que soportarían el recargo del producto nocivo y los contribuyentes los que puedan beneficiarse de los ingresos obtenidos de la imposición.
Además, "la experiencia internacional muestra que en los países analizados en los que se han puesto en marcha medidas fiscales, y en especial Irlanda, la eficacia en la consecución del objetivo de reducción del consumo de bolsas ha sido muy alta en el corto plazo", apunta.
En cualquier caso, el éxito de la medida descansaría en complementar aquellas con otras iniciativas como campañas de sensibilización y/o de gestión de residuos que eviten o minimicen el impacto del plástico sobre el medioambiente.
Por último, la CNMC considera que la efectividad del incremento del coste a medio y largo plazo puede verse reducida. Recomienda el seguimiento de los efectos de la medida, y en su caso, la modificación de la figura fiscal para lograr con más seguridad, los objetivos establecidos para España en la reducción del consumo de este tipo de bolsas.
España se sitúa en un grupo intermedio de países dentro de la UE, con un consumo de entre 100 y 200 bolsas por ciudadano al año. Por el contrario, el uso de bolsas de plástico de múltiples usos es casi nula.
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