Intermarché se apunta a la moda de atacar públicamente a fabricantes por subir precios
Ha colocado en el lineal carteles que advierten a los consumidores de "subidas injustificadas" en el precio de algunos productos por parte de fabricantes. Ben's Originals (propiedad de Mars) y Knorr (Unilever), objetivos de ataques.
Siguen las "apasionadas notas de amor" en el lineal de retailers franceses hacia proveedores. En Francia, los distribuidores parecen dispuestos a escenificar ante los consumidores su guerra contra los fabricantes. Primero fueron las declaraciones de Alexandre Bompard, presidente del grupo Carrefour, contra las multinacionales y las marcas francesas. Después, la legislación para etiquetar los productos que hayan experimentado casos de reduflación en los lineales promovida por el ministro de Finanza, Bruno Le Maire.
Ahora Intermarché se apunta también a la moda de acusar públicamente a proveedores concretos en el lineal.
Según ha recogido el periodista francés Olivier Dauvers, esta semana ha aparecido en los lineales un cartel explicativo junto a los sacos de arroz largo Ben's Originals (propiedad de Mars, Inc.). Se lee lo siguiente:
El esfuerzo de los distribuidores franceses por desviar las críticas de la opinión pública hacia los fabricantes es, para muchos, desacertada e imprudente porque al final pone en la diana al propio sector, que es una víctima más de esta situación.
¿Acaso deberían los fabricantes acudir furtivamente a los puntos de venta provistos de etiquetas con forma de corazón roto acusando a distribuidores cuando deciden subir el precio?
En definitiva, se recrudece la guerra entre los distintos eslabones de la cadena alimentaria, avivada por el ministro Le Maire con intenciones políticas. Al fin y al cabo, la mejor forma de eludir su responsabilidad es atacar a las empresas. Ahora Intermarché también elude la suya.
"Un cartel que bordea la legalidad"
Un destacadísimo profesional del sector del gran consumo en España nos envía este otro cartel visto la semana pasada también en Intermarché, en esta ocasión atacando a la marca Knorr (Grupo Unilever). "Bordea la legalidad, pero, claro, Unilever no va a denunciar... e Intermarché lo sabe", señala.
En este caso, tras la marca Knorr aparece el título "me encanta" tachado y debajo añade "me encantaba", explicando así su desaparición del lineal. "Esta singular iniciativa marca una postura radical que pretende atemorizar a los fabricantes de cara a futuras actualizaciones de tarifa", considera otro experto.
Debajo incluye el siguiente mensaje explicativo: "Por su poder adquisitivo, rechazamos el aumento del 39% que Knorr quiere imponer al precio de sus sopas. Por eso, a pesar de todos nuestros esfuerzos por llegar a un precio justo teniendo en cuenta los intereses de nuestros clientes, ya no encontrarás esta marca en nuestros lineales. Sentimos los inconvenientes causados. Todos unidos contra la vida cara".
"Que esto nunca pase en España"
Un destacado experto del sector contextualiza estos episodios dentro de la pésima relación entre fabricantes y distribuidores en Francia. "Tenemos que luchar por que esto no pase nunca en España (...) La existencia de Aecoc, donde conviven proveedores y compradores, explica en buena medida que aquí la culpa se le eche al que de verdad la tiene, que es el Gobierno, y no a la propia cadena alimentaria", considera.
"Lo que ocurre en Francia es ideal para los Gobiernos, que, mientras se llenan los bolsillos a base de impuestos, eluden su responsabilidad y se ponen a ver los toros desde la barrera sacando el pañuelo blanco. Que no ocurra esto en España porque la demagogia es muy tentadora", explica.
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