Intermarché prueba una nueva solución de reparto urbano de proximidad en el centro de París
La propuesta consiste en una especie de ‘carrito’ eléctrico que permite aumentar significativamente el radio de acción de las entregas a pie y que, además de circular por aceras, puede acceder a lugares en muchos casos imposibles para un vehículo tradicional, como muestra el periodista francés Olivier Dauvers en su canal de YouTube.
Intermarché ha puesto a prueba una nueva solución de entrega a domicilio para ámbitos urbanos, con la que es posible transitar por zonas y espacios de una ciudad en los que un vehículo convencional tiene difícil acceso -o incluso es absolutamente imposible- y que permite aumentar significativamente el volumen de entregas a pie, como muestra el periodista francés Olivier Dauvers en su canal de YouTube.
Frente al Intermarché ubicado en el Boulevard de Sebastopol, en el centro de París, Dauvers explica que esta especie de ‘carrito’ para entrega a domicilio diseñado por Thoonsen cuenta en su parte trasera con dos ruedas motrices impulsadas por un motor eléctrico y una batería de 17 V, que cuenta aproximadamente con un día de autonomía.
En la parte delantera es donde se encuentra la caja para transportar las entregas, con una capacidad de unos 170 kg, que corresponde, aproximadamente, a dos pedidos. Por último, una especie de soporte desplegable en su parte trasera constituye la ‘cabina’ de este singular artilugio para la última milla, en la que va subido quien realiza el porte.
Entre las ventajas de esta nueva modalidad de desplazamiento urbano libre de carbono cabe destacar que, frente a la opción de tener que hacer las entregas a pie, "aumenta considerablemente el posible radio de acción hasta 1,2 km sin dificultad", según explica el periodista francés. Pero hay otras, como la posibilidad de usar las aceras o entrar a patios y zonas comunes de los edificios, si fuera necesario. Y recogiendo la bandeja extensible de la parte de atrás, sobre la que va quien ‘conduce’, "hasta es posible entrar con él en los ascensores", añade Dauvers.
Hasta aquí la parte positiva del ‘invento’. El punto más cuestionable y que hace dudar sobre el posible recorrido de esta nueva modalidad de reparto es su precio porque, como señala el propio periodista en el video, "no es para nada barato": "A Intermarché le cuesta unos 160 € al mes y comprarlo cuesta 4.900 €".
Primer eslabón de futuros desarrollos
La mejora de la eficiencia del reparto tradicional es un objetivo cada vez más buscado, como demuestra la puesta en marcha de propuestas como esta que, si bien parecen estar más enmarcadas en el plano del reclamo publicitario que en el de la efectividad, son el primer eslabón de futuras estrategias que pueden marcar el futuro del sector.
En esta misma línea de ofrecer soluciones de entrega más sostenibles y eficientes, y a la vez contribuir a la protección del medio ambiente y reducir la congestión del tráfico en las ciudades, cabe recordar la iniciativa puesta en marcha por Pascual, en colaboración con Goggo, irrumpiendo en el reparto hostelero mediante robots autónomos y 100% eléctricos en las calles de Zaragoza, y convirtiéndose en el primer servicio B2B con este tipo de vehículos autónomos a hostelería.
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