Motivos para el optimismo; razones para tener serias dudas
El sector del gran consumo afronta el presente más cercano con factores para ser optimistas, pero también con amenazas en el horizonte.
El año 2015 dejó muy buen sabor de boca para el gran consumo con el mejor resultado en siete años. Ese dato invita al sector a vivir con cierto optimismo el presente más cercano con vistas a un futuro aún mejor. Hay motivos para ello, pero también ciertas amenazas que hacen ver todo con cautela. Las repasamos.
La consultora Nielsen valora hasta seis aspectos que provocan ánimo en el sector. El primero, y algo fundamental tras varios años llenos de dudas, es que se recupera la confianza del consumidor. "2015 fue el año de la consolidación de la recuperación de la demanda", ha dicho Alfonso Delgado, responsable de Nuevos Mercados de Nielsen. Esa mayor confianza provoca, por ejemplo, que los compradores dejen espacio a compras por impulso, aunque sigue manteniéndose la planificación de la cesta de la compra impuesta por los años de crisis.
Otros aspectos clave para la recuperación del consumo son el aumento del turismo, motor económico de España que sigue creciendo año tras año, y ese clima social y general de optimismo que invita a los españoles al consumo. También son importantes otros factores como el abaratamiento del petróleo, la recuperación del sector automovilístico y la decisión de los hogares de adquirir más electrodomésticos.
Pero hay amenazas. Y son importantes. Nielsen pone sobre la mesa cinco puntos que preocupan especialmente al sector del gran consumo. El primero ya viene de lejos: la tendencia al descenso demográfico, algo que claramente no apoya el crecimiento del consumo y "será cada vez más clave en los próximos años".
Tampoco sigue ayudando el actual entorno laboral, que no termina de recuperarse del todo después de tantos años de crisis económica. "Sigue siendo el factor que más preocupa al sector del gran consumo", valora Alfonso Delgado. Y este factor cobra aún más importancia teniendo en cuenta la actual incertidumbre política que vive el país, aún sin gobierno después de cumplirse casi tres meses de las elecciones generales. Los comerciantes, de hecho, han pedido ya en varias ocasiones una solución para que no decaiga el consumo.
Las dudas con las que ha empezado este 2016 la economía global, con el frenazo económico que está viviendo China y las caídas continuadas en las Bolsas mundiales, también se mira con recelo en el sector.
Por último, se vigila con mimo, aunque no se puede controlar al cien por cien, que no se repitan nuevas crisis sectoriales como la sufrida por la carne, tras el 'famoso' informe de la OMS que asocia su consumo con el cáncer, o por la leche, con los enfretamientos de los ganaderos con las distribuidoras por el precio del producto.
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