Netflix y HBO, los inesperados aliados del súper
El boom de las plataformas de vídeo bajo demanda está reduciendo las salidas de casa y aumentando el tiempo de ocio en el propio hogar, lo que implica más compras en el súper y más delivery. Las maratones de series requieren avituallamiento...
Después de unos años de imparable crecimiento, es difícil pronosticar dónde está el techo de plataformas como Netflix, HBO o los nuevos operadores que están surgiendo en el mercado de la televisión en streaming. Lo que no paran de surgir son nuevos conceptos relacionados con estas plataformas.
El último de ellos ha sido el de 'binge-watching'. Se trata del término anglosajón para definir a lo que un castizo llamaría "darse un atracón de series". Según Netflix, en el mundo hay 8,4 millones de 'binge racers', personas que devoran una serie el día de su estreno de un solo golpe. Es una cifra que se ha multiplicado por 20 entre 2013 y 2016.
En el estreno de la última temporada de Stranger Things, por ejemplo, 361.000 personas vieron los nueve episodios el primer día que se publicó. Es, sin duda, un consumo audiovisual obsesivo que tiene su explicación neurológica: el consumo compulsivo de series aumenta los niveles de dopamina. Las plataformas 'suben' todos los capítulos de una serie de golpe y, en opinión de Diego Redolar, profesor de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC, "esta disponibilidad inmediata ayuda a que nuestro sistema nervioso del refuerzo, que tolera mal la demora, se active y la persona pueda 'engancharse' con mayor dificultad.
Pero, ¿qué tiene que ver este consumo compulsivo de series con la compra en el supermercado? Pues basta con analizar los elementos de los que nos rodeamos a la hora de ver estas plataformas: la tele, un sofá y un teléfono móvil. El resto es tirar de lógica...
La situación económica -muchos aún recuperándose de la crisis y quién sabe si abriendo las puertas a una nueva- ha hecho que año tras año se reduzcan las salidas al restaurante. Si a este factor le sumamos la irrupción de plataformas como Netflix y HBO, son elementos que han condenado lentamente a comer fuera de casa en beneficio del delivery o de la preparación de comida en el hogar.
Desde hace tiempo, con un smarthpone en la mano y viendo nuestra serie favorita desde el sofá, tenemos a nuestro alcance pedir la comida e incluso hacer la compra y pagarla, sin movernos y sin un coste añadido que sí tenemos al salir de casa -transporte, restauración, etc.-.
También son numerosos los consumidores que aprovechan la salida del trabajo para hacer esa 'minicompra' en el súper que les basta para pasar la noche viendo su serie favorita. Los supermercados están más que preparados para ofrecernos esas cenas a buen precio que nos permiten subsistir el fin de semana: calentar en el microondas y listo para servirse frente al televisor. No en vano, los grandes lanzamientos de las plataformas de streaming siempre se producen en viernes; y qué mejor recompensa para el consumidor que salir del trabajo, comprar la cena y disfrutarla en casa viendo tu serie favorita. En este mundo globalizado todo está conectado. Netflix y tu súper más cercano no iban a ser menos.
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