Aldi declara la guerra al fabricante: bajada de precios y más marca propia
El 89% de las compras de los clientes de la cadena son productos propios que representan ya el 86% de su surtido.
Aldi apuesta en España por su modelo basado en el descuento y la marca propia. Esto es lo que asegura la enseña recordando que son ya actualmente cerca de 5,6 millones de familias españolas las que realizan su compra habitual en la cadena y escogen principalmente productos de marca propia frente a los de marca de fabricante. De hecho, el 89% de las compras de sus clientes son productos propios de la compañía.
Por categorías, la que ha experimentado el mayor crecimiento de ventas en el último año ha sido la de pescado y marisco congelado bajo la marca Flete que ha aumentado cerca del 38%.
Destaca también la categoría de embutidos y quesos La Tabla de Aldi, con un crecimiento del 34%; las conservas El Cultivador (31%); las harinas, arroces y pastas La Villa (28%); la categoría de pan y bollería El Horno de Aldi (cerca del 28%); los productos de limpieza Unamat (25%) y la categoría de productos frescos El Mercado (fruta, verdura, carne, pescado y huevos), con un aumento de las ventas de más del 20%.
DESCUENTO Y MARCA PROPIA
La compañía basa su modelo de negocio en desarrollar su marca propia, lo que favorece una política de precios bajos. A día de hoy la cadena de supermercados cuenta con una oferta de cerca de 2.000 productos, el 86% de los cuales son de marca propia.
Este surtido permite que la compañía pueda trabajar con proveedores locales y nacionales con los que establece relaciones a largo plazo a fin de "garantizar altos niveles de calidad al mejor precio", resalta. En concreto, el 80% del total de productos de la compañía son de origen nacional.
Según un análisis de Kantar Insights, "la buena oferta calidad-precio es, de hecho, uno de los aspectos que más valoran los clientes de esta enseña en comparación al resto de cadenas de supermercados españolas".
GUERRA DE PRECIOS
Todos estos datos ponen de relieve, como ya os hemos venido informando, la 'guerra de precios' con la que los retailers de alimentación han finalizado 2020 y arrancado este 2021. Y Aldi es un ejemplo de ello. La cadena recordaba recientemente que ha mantenido su política de "precios bajos" durante el pasado año, marcado por la pandemia. Los datos de la propia enseña, que analizan el precio de sus productos comparados individualmente, indican que a lo largo de ese ejercicio, redujo el precio de sus productos el 0,75% respecto al año anterior.
Los expertos del sector ya han hecho hincapié en este asunto. Y es que, con la crisis económica, consecuencia de la crisis sanitaria, es cuestión de tiempo que se vuelva a priorizar el precio. De hecho, los analistas llevaban meses anticipando algún "gesto agresivo" que pudiera desatar una guerra estructural y que parece materializarse en los retailers alemanes, ansiosos por expandirse en España. Sin embargo, alertan también del error que supondría centrar la estrategia de este 2021 en una política exclusiva de caída de precios.
"Más allá del precio, el retailer debe diferenciarse y reforzarse en la captación de diferentes ocasiones de consumo", señala Florencio García, de la consultora Kantar. "La distribución en 2021 se peleará no sólo por llegar al bolsillo, sino también al corazón del consumidor", asegura.
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