Las cadenas de supermercados reconstruyen beneficios en un excelente 2023
Mercadona, Consum, Eroski o Ahorramas han declarado resultados de récord, pero el camino para recuperar la rentabilidad anterior a la inflación será largo. La desaceleración inflacionaria, la caída en el precio de la energía y los esfuerzos por optimizar costes, entre las claves que explican la mejora en la cuenta de resultados de las empresas.
A tenor de los resultados del ejercicio 2023, parece que ya ha pasado lo peor de la coyuntura inflacionaria para las principales enseñas de la distribución española.
Los márgenes, muy erosionados por el incremento general de los costes que afrontaron estas compañías durante los ejercicios 2021 y 2022, han iniciado una carrera ascendente hacia la normalidad, impulsados por la desaceleración inflacionaria, la caída en el precio de la energía y el extraordinario esfuerzo de las empresas por incrementar su eficiencia operativa y energética.
El líder del mercado español, Mercadona, que aglutina el 26,8% en cuota de mercado, mejoró un 40% su resultado neto hasta los 1.009 millones de euros, una cifra de récord. Sin embargo, a pesar de lo que pueda parecer, su rentabilidad neta se sitúa cerca de la media: en el 2,84%.
Consum, su gran rival en la Comunidad Valenciana, ha incrementado su resultado neto el 75% hasta los 101,1 millones de euros; y Eroski, líder en el País Vasco, el 70,3% hasta los 109 millones. La cooperativa vasca ha superado sus resultados de 2021, cuando declaró un beneficio neto de 105 millones de euros, su mejor resultado en 14 años.
Otro de los grandes triunfadores del ejercicio es Ahorramas. La enseña madrileña ha incrementado su beneficio neto el 36,2% hasta los 114,3 millones de euros; para dar con resultados tan buenos para la compañía que dirige Ramón Bosch hay que remontarse a 2020, último ejercicio en que superó los 100 millones de beneficio neto.
Por su parte, la enseña catalana BonÀrea ha elevado su beneficio neto el 17,20% en el último año hasta los 81,3 millones de euros. Sin embargo, como en varios de los casos anteriores, el carácter extraordinario de este ascenso es aparente: en realidad, su beneficio neto sólo crece el 5,1% comparado con el ejercicio 2020, cuando declaró 77,3 millones de euros de beneficio. El avance es aún más modesto si tenemos en cuenta que la facturación global de la compañía se ha incrementado el 37,1% en el mismo periodo (consecuencia, en su mayor parte, de la inflación).
Después de varios ejercicios renqueante, incluso Dia España ha logrado superar los números rojos (42 millones de saldo negativo en 2022) y ganar 122 millones de euros en 2023. Por otro lado, Grupo Carrefour ha incrementado el 7,6% su resultado neto hasta los 1,3 mil millones de euros a nivel global. Por desgracia, carecemos de datos al respecto para Lidl, cuya facturación ha crecido el 9,4% en 2023, y Aldi.
Una reconstrucción de larga duración
Lo que sí parece claro es que, una vez superada la escalada de precios que obligó a las compañías sacrificar márgenes para conservar volúmenes de venta, ha comenzado la etapa de la reconstrucción.
En parte, esta reconstrucción se debe a un hecho muy sencillo: la mayoría de las enseñas ha subido paulatinamente sus precios de venta al público de manera proporcional al incremento de sus costes. Al inicio del proceso inflacionario, por el contrario, los costes subían más rápido que los precios pagados por el consumidor.
No hay que olvidar, también, que el precio de la energía y de algunos insumos (con la excepción del aceite de oliva y el cacao, que todavía permanecen en niveles muy elevados) ha menguado en el último ejercicio.
Y lo que, tal vez, es tan importante como los factores ya mencionados: el sector de la distribución española ha hecho un gran esfuerzo por optimizar costes y ser más eficiente.
A lo largo de los últimos años, numerosas enseñas han avanzado en nuevos formatos de tienda que son más eficientes desde las perspectivas de la presentación del surtido, la logística y la energía. El nuevo formato de tienda de Ahorramas, por citar un ejemplo, consume un 25% menos de electricidad que su contrapartida de viejo cuño.
En el último ejercicio, además, hemos asistido a la paradoja de que varias enseñas han facturado más a pesar de contar con menos tiendas. Mercadona, por ejemplo, ha incrementado sus ventas el 15% en 2023, a pesar de contar con cinco tiendas menos. Buena parte del secreto radica, sin duda, en su nuevo modelo de supermercado, que duplica la rentabilidad de sus establecimientos más convencionales.
Masymas (Juan Fornés Fornés S.A.) representa un caso similar; la enseña alicantina ha incrementado su facturación el 12,5%, a pesar de concluir el ejercicio 2023 con 115 supermercados, dos menos que el año anterior.
El retail media y la aplicación de inteligencia artificial generativa para impulsar las ventas y la eficiencia pueden ayudar a esta reconstrucción general de los márgenes, pero es difícil cuantificar cuál ha sido su contribución en el ejercicio recién concluido.
En cualquier caso, como recuerda José Antonio Latre, socio en EY-Parthenon y experto en gran consumo, a lo largo de 2024 lo más importante es volver a sentar los cimientos. "En 2024 las empresas deben terminar de recomponer sus márgenes brutos para poder afrontar una eventual recesión con una cuenta de resultados saneada", recomienda el experto.
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