Sospechas de irregularidades en la central de compras de Dia y Eroski

La sospecha de irregularidades se cierne sobre la central de compras que Dia y Eroski formaron en 2015. Ahora dos procedimientos judiciales distintos apuntan a que la primera de estas enseñas podría haberla utilizado para maquillar cuentas y presionar a proveedores en los momentos más delicados de sus finanzas, informa Efe.

La actualidad nos lleva estos días a dos causas abiertas contra Dia: una por irregularidades contables -la Audiencia Nacional tomará declaración a testigos e investigados esta misma semana- y otra por violación de la Ley de la Cadena Agroalimentaria, casos que se remontan a la época en la que Ricardo Currás era consejero delegado.

La central nació con el objetivo de hacer compras de forma conjunta a través de la negociación con grandes marcas nacionales e internacionales. A partir de 2017 el acuerdo se amplió a proveedores de sus marcas blancas y de otro tipo de materiales y suministros a sus tiendas. La alianza sólo duró hasta 2018, y ahora, Dia y Eroski se reclaman mutuamente por este motivo entre 40 y 60 millones de euros.

Según la investigación judicial, ya en 2016 Dia comenzó a afrontar algunos problemas para alcanzar sus objetivos económicos al tiempo que Eroski se enfrentaba a dificultades, puesto que poco antes había refinanciado su deuda con la banca acreedora. Un portavoz de la enseña vasca ha señalado que el grupo "no tuvo conocimiento ni participó" de forma alguna en cualquier tipo de práctica irregular.

Dia y Eroski, según el tribunal, intercambiaron datos comerciales sobre sus relaciones con los fabricantes, exigieron pagos adicionales sin que hubiera contrapartidas claras y amenazaban con dejar de comprar producto a aquellos proveedores que no llegaran a un acuerdo con ambas a la vez.

El procedimiento partió de una denuncia realizada por la patronal de la industria alimentaria (Fiab) y la asociación de marcas de fabricante Promarca ante la Agencia de Información y Control Alimentarios (Aica).

"La gran mayoría de los fabricantes califican las exigencias como desproporcionadas y fuera de lo normal en el mercado (...) En sus testimonios declararon 'sentirse presionados', sufrir 'medidas de bloqueo' y 'tensión en la negociación'", revelaba el fallo.