Así es el supermercado sostenible… en 7 claves
La distribución se está aplicando en adaptar sus tiendas para conseguir ascender en su objetivo prioritario de protección del medioambiente.
La protección del medioambiente se ha convertido en una prioridad para las empresas y la distribución no es, ni mucho menos, ajena a esta tendencia. La Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) con motivo del Día Mundial de Protección de la Capa de Ozono, que se celebra este sábado 16 de septiembre, recuerda que el supermercado de proximidad se define como el más sostenible desde el punto de vista medioambiental al aunar diversos factores relacionados con su modelo de negocio que contribuyen a la reducción de emisiones.
La Asociación identifica siete razones que determinan la sostenibilidad de un supermercado:
1.- Localización: la proximidad a viviendas y lugares de trabajo de los ciudadanos hace que alrededor del 85% de los clientes de supermercados hagan la compra a pie. El resto recorre en coche una media de no más de 4 kilómetros.
2.- Inclusión urbanística en el modelo de ciudad: el supermercado de proximidad no necesita de grandes desarrollos urbanísticos, sino que está integrado en la ciudad disminuyendo así su impacto.
3.- Ajuste de la oferta a la demanda: el poco espacio de almacenamiento disponible (los locales no superan los 2.500 m2) hace que la rotación sea la clave en este tipo de establecimientos. Los sistemas automáticos de gestión del surtido permiten, hoy en día, ajustar al máximo la oferta y la demanda lo que, además, contribuye a reducir al máximo el desperdicio alimentario.
4.- Eficiencia energética: se imponen los nuevos modelos de tienda eficiente que incluyen sistemas eficientes de refrigeración y climatización, la instalación de iluminación led adaptable a la luminosidad exterior y aprovechamiento de la luz solar. Estas acciones pueden suponer una reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera de en torno al 60% respecto a una tienda tradicional.
5.- Movilidad urbana: la movilidad urbana sostenible se consigue con la introducción de camiones y furgonetas de reparto limpios como los de gas natural o eléctricos, que mitigan, además, la contaminación acústica y con la optimización de las rutas de reparto a domicilio gracias al agrupamiento de pedidos y horarios.
6.- Reducción del desperdicio alimentario: la capacidad de suministrar un surtido completo a pocos metros del hogar ayuda al consumidor a controlar sus compras para desperdiciar menos comida. Además, la eficacia en la gestión de la oferta hace que los supermercados tengan un índice de desperdicio alimentario muy bajo, en general, inferior al 1%.
7.- Reutilización y reciclaje: los supermercados de Asedas han conseguido la reducción de bolsas de plástico en aproximadamente un 85% desde 2009, cumpliendo los objetivos medioambientales fijados por Bruselas. A nivel interno, la instalación de sistemas de pool de envases de fruta y verdura ha permitido también la reducción otros envases como las cajas de cartón de un solo uso.
Ignacio García Magarzo, director General de Asedas, recuerda que la inversión en sostenibilidad medioambiental que han realizado los supermercados en los últimos años supera los 250 millones de euros y tiene que ver con el “compromiso social de seguir manteniendo al supermercado de proximidad a la cabeza de la sostenibilidad”.
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