Los comercios pierden 1.600 millones de euros anuales por hurtos

La mayoría de las compañías denuncia menos del 15% de los robos debido a la poca efectividad de las condenas.

Los comercios pierden 1.600 millones de euros anuales por hurtos / Redacción FRS
Redacción

30 de marzo 2015 - 17:35

El 81% de las empresas de gran consumo indica que la mayoría de los hurtos comerciales corre a cargo de bandas organizadas y ladrones profesionales. Además, el 88% de estos productos sustraídos se derivan a la venta en mercados paralelos.

Así lo revela el estudio ‘La perdida en la gran distribución comercial’ elaborado por Aecoc en colaboración con EY, que también confirma que el 80% de las empresas valoraba el código penal existente hasta ahora como demasiado indulgente con este tipo de prácticas. Tanto que la mayoría de compañías denunciaba menos del 15% de los hurtos que sufrían debido a que la poca efectividad de las condenas no compensaba la complejidad de los trámites a realizar.

En total, los hurtos en los puntos de venta hacen perder al año al sector alrededor del 1% de su facturación, es decir, unos 1.600 millones de euros. Por tanto, se trata de un problema que les resta competitividad y que reduce su capacidad de inversión y de generación de empleo. Además, este tipo de prácticas altera el bienestar profesional de los empleados de los establecimientos y, en algunos casos, los expone a situaciones de inseguridad en su entorno laboral.

Por otra parte, el 83% de los participantes en el estudio ha indicado que uno de los factores claves para llegar a presentar denuncia es que el autor forme parte de una banda organizada o sea leve reincidente.

El ranking de los productos más sustraídos en los puntos de venta españoles confirma también que se trata de artículos de alto precio y con clara salida en el mercado negro. Es el caso de las bebidas alcohólicas de alta graduación, las maquinillas de afeitar, los perfumes o cosméticos. En el caso de productos de alimentación, Aecoc confirma que los productos más sustraídos son los loncheados ibéricos y conservas de alto precio.

Los pequeños comercios viven con especial preocupación este tipo de situaciones ya que, en numerosos casos, su capacidad de invertir en sistemas y en personal para prevenirlos es menor y también tienen más limitada la capacidad de dedicar tiempo a las denuncias, posibles juicios, etc. Por otro lado, las pérdidas económicas que ocasionan este tipo de prácticas tienen un elevado impacto en sus negocios hasta el punto de que en ocasiones pueden llegar a poner en juego su continuidad.

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