La crisis del Mar Rojo golpea al gran consumo español, que lanza una advertencia
El encarecimiento de los container y de los seguros, así como la dificultad de aprovisionarse de ciertas materias primas, podría llevar a una nueva escalada inflacionaria si la situación geopolítica no mejora.
La situación de tensión que se vive en el Mar Rojo como consecuencia de los ataques hutíes ha obligado a las principales navieras del mundo a circunvalar África, lo que "podría llevar a repercutir directamente en el precio final del producto", advierten fabricantes y distribuidores españoles representados por Aecoc.
La tensión geopolítica ha llevado el precio de los contenedores para esta ruta desde los 1.000 euros por contenedor a los 3.000 euros. Además, con la llegada del Año Nuevo Lunar chino (10 de febrero) y el tradicional aumento de la demanda que conlleva este período, el coste del transporte marítimo podría aumentar aún más drásticamente, propiciando un incremento mayor de los precios de los fletes durante las próximas semanas.
El conflicto también ha provocado que las compañías aseguradoras estén optando por multiplicar las primas a las empresas o incluso renunciar a asegurar la mercancía que transcurra por esta vía.
La actual coyuntura está teniendo un impacto significativo para las principales empresas dedicadas a la fabricación y distribución de sectores de consumo claves para la economía nacional como los de alimentación, textil y moda, ferretería y bricolaje, bienes tecnológicos de consumo, entre otros.
Estos sectores están "empezando a sentir preocupación por el aumento de costes que están sufriendo y que, de persistir en el tiempo, podrían llegar a repercutir directamente en el precio final del producto", ha advertido Aecoc, la patronal que aglutina a fabricantes y distribuidores minoristas.
Asimismo, las empresas están empezando a encontrar dificultades para el suministro de determinadas materias primas, e incluso de producto acabado como textil y muebles.
Por ello, "las empresas que forman parte de la cadena de valor del gran consumo están tomando medidas preventivas, anticipando sus compras de ciertos productos para evitar posibles disrupciones de la cadena de suministro en futuros escenarios de consumo", señala Aecoc en un comunicado.
La patronal avisa también de que la desviación de ruta acarrea costes medioambientales, ya que le desvío de los mercantes por la ruta del sur de África incrementa notablemente las emisiones del transporte marítimo.
"Este hecho adquiere especial relevancia tras la entrada en vigor, este mismo mes de enero, de los ETS (nuevo régimen de derechos de emisión) a los puertos europeos", explica la misma fuente.
Una ruta esencial para el comercio mundial
A través del Mar Rojo transita cerca del 15% del comercio marítimo mundial y el 30% del volumen global de portacontenedores, lo que lo convierte en un itinerario capital para el transporte de mercancías de buen número de sectores económicos.
La ruta más común por la que ya han optado más de una decena de navieras es desviarse por el sur de África a través del Cabo de Buena Esperanza, lo que incrementa en cerca de diez días la duración de la travesía, lo que incrementa el consumo de combustible y los tiempos de navegación.
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