El canal Alimentación, 'reforzado' por la crisis del coronavirus
El cierre del canal horeca, su principal competidor en la cuota de estómago, es una buena oportunidad para demostrar su fortaleza.
Ante la actual situación de crisis derivada de la pandemia de coronavirus, que ha llevado al Gobierno de España a decretar el estado de alarma por un plazo de 15 días, el canal Alimentación puede ser uno de los grandes beneficiados por la parálisis.
El cierre del canal horeca (Madrid ha decretado este viernes el cierre obligatorio de bares, restaurantes y tiendas no alimentarias), su principal competidor en la cuota de estómago, es una buena oportunidad para demostrar su fortaleza.
Como os venimos contando estos días, después de haberse visto hace apenas unas semanas en la picota con la reforma de la ley alimentaria, asociaciones y retailers del sector han mostrado su músculo y han ejercido su liderazgo haciendo un llamamiento a la calma y la tranquilidad y, lo más importante: asegurando el suministro de existencias en los supermercados.
LINEAL VACÍO, LINEAL LLENO
En la última semana hemos visto cómo el pánico desatado entre los ciudadanos está dejando los lineales de los establecimientos prácticamente vacíos. Sin embargo, después de registrarse roturas de stock a principios de esta semana debido a las compras masivas, este pasado miércoles los productos agotados volvían a estar disponibles en los estantes de los supermercados.
Esto era posible, según afirmaba el director general de Aecoc, José María Bonmatí, "por la capacidad de las empresas de reponer los productos en un plazo de unas 24 horas debido a la eficiencia de sus procesos logísticos y su capilaridad".
Como podéis ver, estas imágenes en las redes sociales de Asedas, Mercadona, Consum o Carrefour, son un buen ejemplo de ello.
A este respecto, Asedas y Anged recordaban estos días que el sector cuenta con cerca de 400 plataformas logísticas repartidas de forma equilibrada por todo el país, lo que permite abastecer una red de establecimientos de alimentación formada por más de 24.300 tiendas entre supermercados e hipermercados y 30.000 del comercio tradicional.
SERVICIO ONLINE
Lo que no opera con normalidad es el servicio de compra online, desbordado por los miles de pedidos, y que muchas cadenas han tenido que restringir, como en el caso de Carrefour, a personas mayores, con movilidad reducida, con discapacidad o en cuarentena.
Por su parte, Mercadona decidió el pasado 11 de marzo, cerrar temporalmente su servicio online y priorizar sus entregas a los grupos antes citados con el fin de "favorecer a los colectivos que más lo necesitan".
La cadena de supermercados Dia, por su parte, informa a sus clientes de que "en este momento, el servicio online podría verse afectado debido al aumento de pedidos" y les recuerda que pueden hacer su pedido online y recogerlo en tienda.
Una saturación de la que no se libra ni siquiera el gigante del ecommerce, Amazon, que informa en su web de que la "disponibilidad puede ser limitada debido al aumento de la demanda"
EL COMPROMISO DE LOS TRABAJADORES DEL CAMPO
Efectivamente, los supermercados se han adelantado como garantes del suministro en tiempos de crisis. Pero también los trabajadores del campo, que desde hace semanas protestan en demanda de unos precios justos para sus productos, están mostrando su compromiso con el abastecimiento a la distribución a la vez que reivindican el "carácter estratégico" de un sector agrario fuerte para garantizar la seguridad alimentaria de la población ante crisis globales de efectos indeseados e impredecibles.
Por eso mismo, las organizaciones profesionales agrarias (Asaja, Coag y Upa), han decidido suspender temporalmente el proceso de movilizaciones agrarias debido a la crisis sanitaria provocada por el coronavirus.
Estas entidades consideran que, en la presente coyuntura, es un "acto de responsabilidad con la sociedad y con el propio sector paralizar las actuaciones y evitar todas las concentraciones masivas que puedan afectar a la salud de las personas".
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