Los distribuidores acusan a los fabricantes de aumentar los precios "artificialmente"

Estas prácticas tendrían un coste anual de 14.000 millones de euros para los consumidores

Carro en un supermercado / Redacción FRS

EuroCommerce pide a los responsables políticos que aborden la fragmentación del mercado único por parte de los grandes fabricantes de bienes de consumo que, a su juicio, "restringen la libertad de los minoristas para encontrar la mejor oferta en toda Europa y aumentan artificialmente los precios para los consumidores".

En su intervención en la conferencia de la Presidencia checa sobre el 30º aniversario del Mercado Único, celebrada en Praga, la directora general de EuroCommerce, Christel Delberghe, ha declarado lo siguiente: "Ya es hora de que la UE tome medidas decisivas para garantizar que podemos ofrecer a los consumidores el mejor precio y la elección que desean en un momento en que ven cómo suben los precios. Los grandes fabricantes de bienes de consumo fragmentan el mercado único para sus clientes minoristas y mayoristas. Esto está costando a los consumidores europeos 14.000 millones de euros".

De este modo, Eurocommerce acusa a los grandes fabricantes de bienes de consumo de beneficiarse del mercado único al concentrar la producción en unos pocos centros para distribuir sus productos por toda Europa y abastecerse de ingredientes donde les parece oportuno. "Sin embargo, exigen a minoristas y mayoristas que sólo compren a su distribuidor nacional (en la mayoría de los casos, una filial de la marca) a un precio que ellos fijan para cada mercado", denuncian en EuroCommerce.

Esto ocurre aunque el coste de producción del artículo sea prácticamente el mismo en cada mercado, dicen desde la asociación. Para conseguirlo, suelen adaptar ligeramente el etiquetado, los ingredientes o el envase, o restringir el acceso a parte de la gama de productos para determinados países.

Esto se traduce en que en ciertos países los precios por los productos son más altos o hay un menor acceso a los productos. El informe de la Comisión Europea calcula que estas restricciones de mercado cuestan al consumidor europeo al menos 14.000 millones de euros. Aquellos minoristas que intentan operar de forma más eficiente abasteciéndose de forma centralizada o en otro mercado pueden ver sus suministros reducidos o interrumpidos por completo.

Con una inflación elevada y un poder adquisitivo de los consumidores muy afectado por la subida de los precios de los productos cotidianos y la energía, EuroCommerce quiere que el mercado único funcione para todos. El sector minorista y mayorista opera con márgenes bajos (entre el 1% y el 3% neto en el caso de la venta minorista de alimentos) en un entorno altamente competitivo; esto significa que cualquier ahorro derivado de un mercado único adecuado para el abastecimiento repercutiría en los consumidores.

Por otro lado, los grandes fabricantes de bienes de consumo disfrutan de márgenes elevados (normalmente entre el 15 y el 30% neto) y los mantienen fijando los precios para cada mercado europeo por separado, acusan en EuroCommerce.

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