El economista Gonzalo Bernardos propone un impuesto extraordinario a los supermercados
Bernardos afirma que el 70% del precio de los productos en los supermercados acaba en los bolsillos de las cadenas de distribución
A principios de esta semana se dio a conocer el dato de inflación. El IPC general, el que sirve para calcular la media de todos los productos y servicios, alcanzó el 7,3% en octubre. Por el contrario, los precios de los alimentos escalaron hasta el 15,3% con respecto a octubre del año pasado.
Esos son datos irrefutables, pero lo que sí admite discusión son las reflexiones que se originan con respecto a esos datos. En un programa de Onda Cero, el economista Gonzalo Bernardos, probablemente el más mediático de España por sus apariciones televisivas, se pregunta por qué los supermercados se han beneficiado de ese incremento de precios.
En ese sentido, no duda en señalar a las cadenas de distribución de apropiarse de gran parte de ese precio extra. "Ha subido la leche, los huevos, productos esenciales y hablas con los ganaderos o con los agricultores y a ellos no les ha subido un 15% sus beneficios. Y por tanto, ¿quién se está llevando ese dinero? Los supermercados, las cadenas de distribución".
En primer lugar, habría que fijarse en la identificación que se hace del aumento de los precios con el aumento de los beneficios. El economista cree que el incremento del precio significa automáticamente un incremento de las ganancias limpias que obtienen los supermercados.
Sin ánimo de simplificar en exceso, hay que señalar que el precio final no es más que un resultado de sumar unos costes, unos impuestos y un margen, que es lo que finalmente acaba en el bolsillo de cada miembro de la cadena.
De hecho, estudios de Hacienda y Sabi cuantifican que entre el 70% y el 80% de los precios de productos como la merluza, el pollo o los macarrones corresponden a los costes de los retailers y los productores. Es decir, en esta parte no hay ningún beneficio. Después, aparecen los impuestos, que representan entre un 15% y un 20% del precio, mientras que el margen de esos mismos productos oscila entre el 3% y el 7%.
Con estos datos, es razonable pensar que la inmensa mayoría del precio la componen los costes. Si nos fijamos en ellos, en especial en las materias primas, encontramos que sus precios en el último año y medio han crecido entre un 22% que lo hace el plástico, y un 295% como lo ha hecho el gas natural.
Por tanto, se puede razonar que el elevado incremento de costes no se ha repercutido de forma completa en el precio de los productos y, en última instancia, la inflación no se correspondería con un incremento de los márgenes como dice el mediático economista, sino con el incremento de los costes.
Copiar a Portugal
Hace unas semanas, Food Retail & Service informó de que Portugal estudiaba introducir un impuesto extraordinario a los supermercados. Bernardos cree que se trata de una buena idea y anima al Ejecutivo de Pedro Sánchez a copiar la medida para paliar los supuestos beneficios que están obteniendo las cadenas de supermercados.
Este medio se puso en contacto con varias de las cadenas que tienen presencia en el país vecino y la respuesta fue similar. A priori, Portugal no estudia seriamente introducir un impuesto de este tipo y, a ojos de las fuentes contactadas por Food Retail & Service, no tendría sentido porque los supermercados no están obteniendo dichos beneficios extraordinarios.
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