Los empleados de Bon Preu, al límite en materia salarial

Los empleados de la enseña catalana Bon Preu i Esclat denuncian encontrarse al límite respecto a sus condiciones laborales que, según indican, establece diferencias abismales para la misma categoría respecto a grandes cadenas como Mercadona, recoge Metrópoli.

El caso es que una parte de la plantilla, que pertenece al sindicato CGT, asegura que un trabajador de Mercadona, en la misma categoría cobra 500 euros más.

Algunos empleados avisan de que el problema no es sólo el salario: "Esto va a ir a peor y cada vez hay menos personal. Necesitamos que la gente despierte porque los clientes se están dando cuenta".

CONVOCATORIA DE CONCENTRACIÓN

Esta situación ha llevado a los empleados de CGT a convocar una concentración este viernes 11 y el sábado 12 de noviembre en la calle Pi y Margall y en la calle Llull, respectivamente. Una concentración que la empresa, según apunta al citado medio, entiende como una medida más de presión enmarcada en las negociaciones con los sindicatos.

Desde CGT se exige que se acuerde un incremento salarial de 7% en base a un IPC real como lo tienen otras grandes cadenas como Mercadona o Lidl y recuerda que el presidente de la cadena, Joan Font, es uno de los 100 hombres más ricos del mundo, según una lista hecha pública recientemente.

Sin embargo, desde UGT se indica que esta concentración no tiene sentido dado que las negociaciones con la compañía están en marcha y aún no han acabado y se incide en que sólo hay un par de aspectos que hay que acabar de limar. La empresa se remite a las negociaciones.

APAGÓN INFORMÁTICO

Por si todo esto fuera poco, en otro orden de cosas, cabe recordar que los supermercados Bonpreu sufrieron hace unos días una caída en los sistemas informáticos que dejaron inutilizadas las cajas de numerosas tiendas de la cadena, recogía El Español.

Fuentes de la plantilla señalaron que el fallo generalizado tuvo su origen en una incidencia en el proveedor de servicios informáticos, una multinacional que también da soporte al Metro de Barcelona. Esta situación dificultó el cobro en efectivo y generó largas colas de clientes y una sobrecarga de trabajo de los empleados.