España sigue siendo uno de los países de la UE con más restricciones a la distribución
Anged alerta de la preocupante pérdida de productividad en el país ante la parálisis de reformas e incide en el "empobrecimiento" de la economía.
España sigue siendo uno de los países de la Unión Europea (UE) con más restricciones a la distribución, un sector crucial para la transición digital y sostenible de los países comunitarios, según ha señalado Géraldine Fages, experta senior de la Dirección General de Mercado Interior, Industria, Emprendimiento y Pymes de la CE, en la clausura de la asamblea de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged).
Fages ha llamado a "no perder la oportunidad" de llevar a cabo dicha transición en la distribución. Y es que, según el índice actualizado de la CE de restricciones en el comercio minorista (retail), España era en 2022 el cuarto país de la UE más restrictivo, por detrás de Francia, Austria y Alemania.
La experta de la UE, ha precisado que la situación en España no ha cambiado mucho respecto a los primeros datos de 2018 y que, como en otros países, los establecimientos están regulados por las comunidades autónomas.
La posición española se explica también al tomar como referencia en estos índices la región más restrictiva y representativa en términos de peso económico y población, "lo que no significa que toda España sea así", ha precisado la representante.
LA DISTRIBUCIÓN, UN ECOSISTEMA "CRUCIAL"
La CE ha identificado al sector de la distribución como uno de los 14 ecosistemas cruciales para la recuperación y transición de la economía de la UE, además de ser el mayor en valor añadido (554,4 millones de euros), empleo (16,43 millones de trabajadores) y número de empresas (3,5 millones).
Fages ha destacado que, de los distintos actores que componen la cadena, los consumidores juegan un papel importante, sobre todo en la actualidad con el alto nivel de inflación, que ha llevado a los hogares a gastar un tercio de sus ingresos en comprar alimentos.
La CE tiene previsto publicar a principios de 2024 un documento para fomentar la competitividad del sector tras haber consultado a los actores de la cadena. Entre las propuestas previstas, la experta ha citado la necesidad de mejorar las habilidades de los trabajadores, especialmente los jóvenes que trabajan en la gran distribución.
El año que viene también entrará en vigor un proyecto piloto con fondos europeos para crear una capital europea de la pequeña distribución, a petición de la federación catalana que agrupa a los pequeños comerciantes, según Fages.
RECUPERAR LA CONFIANZA
En la clausura de la asamblea, Anged ha presentado los resultados de una encuesta realizada a un centenar de profesionales y directivos del sector.
El 51% de los encuestados cree que para recuperar la confianza de las empresas hay que garantizar unas reglas de juego claras, previsible y ágiles. En esta línea, el 45% aboga por simplificar las cargas burocráticas y los trámites para aumentar la productividad. En cuanto al mercado laboral, el 37% cree que hay que seguir avanzando en la flexibilidad para adaptarse mejor a los cambios y el 31% ve necesario mejorar el sistema educativo y universitario para incorporar nuevos perfiles.
En materia de impuestos, los encuestados señalan tres prioridades: más incentivos para la inversión, la I+D y el empleo, mayor estabilidad en el sistema tributario y evitar nuevos tributos que no respondan a razones de eficiencia.
Por otro lado, en la transición hacia una economía sostenible, el 58% ve imprescindible garantizar la proporcionalidad de las medidas para que puedan ser viables.
"UNA PREOCUPANTE DECADENCIA"
Asimismo, en este marco, el presidente de la Asociación, Alfonso Merry del Val, ha alertado de la "parálisis de reformas y un empobrecimiento de nuestra economía" como el "resultado más evidente de la interminable batalla política" y ha recordado que se pasado "de rozar la convergencia en renta con la media europea a una preocupante decadencia".
Además, ha incidido en que en España se ha olvidado de uno de los "principales problemas estructurales: la baja productividad, que se traduce en un menor crecimiento de las empresas y en un freno para la inversión y el empleo".
Según datos de Eurostat, desde 2009 la productividad en España ha avanzado 10 puntos menos que la media europea. En particular, desde 2019 se ha perdido 3,8 puntos de productividad, abriendo una brecha de 5 puntos con la UE. En este sentido, Merry del Val ha insistido en que sólo "mejorando la productividad de las empresas podemos garantizar un crecimiento sano de nuestra economía a largo plazo".
Por su parte, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, no ha dudado en destacar el "exceso de regulación" que sufre el comercio en España. "El comercio se encuentra con la selva y la maraña más extensa de normas que le afectan en todos los niveles de la gestión", ha subrayado, destacando que se trata de un sector que es "fundamental" porque fija el territorio y la población.
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