El gran consumo sale de la crisis, pero cae en volumen y en valor

El gran consumo ha salido de la crisis. Sin embargo, en 2016 retrocedió en volumen y en valor. Esta contradición, aunque no lo parezca, tiene su sentido, ya que ha sido la recuperación de las salidas fuera del hogar la que ha hecho que las ventas en el sector del gran consumo hayan bajado respecto al año 2015. Para este 2017 se esperan que las cifras sean positivas, con un mercado con la estabilidad como protagonista y que apunta, incluso, al crecimiento.

Según los datos de Kantar Worldpanel, en su balance de 2016, el Gran Consumo bajó el 1,6% en volumen y el 1,2% en valor durante el año pasado. El mayor consumo extradoméstico ha hecho que se realizasen 5,7 millones menos de ingestas dentro del hogar, especialmente en las comidas más copiosas del día como son el almuerzo y la cena. "Cuando estalló la crisis, hubo un crecimiento importante de la demanda porque la primera medida de ahorro de los hogares fue quedarse en casa. Ahora que la economía se recupera, el sector del gran consumo debe devolver ese volumen prestado y ahora se encuentra ajustándose a esta nueva situación, ya que a los españoles nos gusta salir", analiza César Valencoso, Consumer Insights Consulting Director en Kantar.

El gasto medio por hogar estuvo en 2016 en algo más de 4.000 euros, descendiendo un 2,2% respecto a los números de un año antes.

Kantar destaca otros factores que explican el descenso del gran consumo en 2016. Entre ellos, apunta que el estancamiento de la población y la concienciación de las familias por el desperdicio alimentario también han hecho que la demanda se haya contraído. Es especialmente destacable el segundo punto, y habla muy para bien de los españoles, ya que durante el último año han dejado de tirar a la basura 80 millones de kilos de comida, lo que supone una reducción del 6% del volumen de alimentos y bebidas desperdiciados.

Desde el punto de vista de los gastos de los hogares a sus compras, la inflación solo ha compensado una parte de la caída de la demanda. Si los precios del sector se han incrementado un 1,1% en el último año, el consumidor se ha ahorrado un 0,7% eligiendo productos, variedades, marcas y establecimientos más baratos. El 0,4% restante ha sido lo que ha pagado de más realmente por sus compras. "La nota positiva es que el sector ha logrado mantener una evolución positiva de los precios en un entorno de caídas para la demanda y la facturación, lo que demuestra que el consumidor vuelve a buscar más valor en sus compras. Eso sí, no a cualquier precio", destaca Valencoso.

Según Kantar, antes de la crisis el consumidor aceptaba la inflación aun cuando ésta superaba niveles del 4%. A partir de 2008, la situación se invirtió y pasó a abaratar la cesta incluso en entornos de deflación. Ahora ha empezado a decantarse de nuevo por opciones de más valor, aunque sin asumir del todo la subida de los precios.