¿Qué tendría que hacer El Corte Inglés con Sánchez Romero?
Existe desacuerdo en la cúpula sobre la forma en la que se ha pilotado la cadena, en especial con la idea de gestionar las tiendas como si fueran de Supercor
La despedida de Enric Ezquerra esta semana pone punto y final a una etapa de Sánchez Romero en la que se ha tratado de relanzar la marca, con una especial apuesta por la atención al cliente y la revitalización de las tiendas y sus productos. La cadena de supermercados prémium forma parte de El Corte Inglés desde principios de año y su rumbo está por marcarse.
"Folache no sabe qué hacer con Sánchez Romero", reconocen desde la dirección de El Corte Inglés, tal y como informan fuentes conocedoras a Food Retail & Service. Como ha contado este medio, la gestión de la cadena desde su compra ha consistido en asemejar su propuesta de valor a la de Supercor.
Los cambios han afectado a diferentes aspectos, como la salida de numerosos empleados, en especial de gerentes de tienda y cargos directivos. También se ha restringido la venta telefónica, se ha optado por otro sistema informático e incluso se pretendía dar marcha atrás en el acuerdo de colaboración que mantiene Sánchez Romero con Glovo.
Hay que tener en cuenta que las ventas no presenciales superaban el 13% del total. Las diferentes decisiones que se citan dan una muestra de que, en efecto, la línea a seguir con esta parte del negocio difiere con lo que Enric Ezquerra impulsó desde que comenzó a dirigir el proyecto.
Según cuentan antiguos empleados de la enseña a este medio, "el resumen es que Sánchez Romero ya no existe". Otras fuentes hablan de que existe desacuerdo en la cúpula sobre la forma en la que se ha pilotado la cadena, en especial con la idea de gestionar las tiendas como si fueran de Supercor. Este medio ha contactado con El Corte Inglés, que niega dichos desacuerdos, así como las dudas de la dirección sobre el rumbo de Sánchez Romero. Según explican desde los grandes almacenes, carece de sentido que se desconozca qué rumbo tomar con Sánchez Romero. En ese punto cabe destacar que José María Folache se hizo cargo de la dirección general hace apenas siete meses y la compra de la cadena es anterior, del verano del año pasado.
Especialistas del retail comentan que la estrategia de precios también ha cambiado. En la medida de lo posible, Sánchez Romero ha tratado de bajar los precios en estos últimos años. Un ejemplo. La estrategia de El Corte Inglés ha consistido en seleccionar productos comunes con El Gourmet y ponerles el mismo precio que en dicha sección. Se podría haber hecho al contrario: aprovechar el potencial de compras de El Corte Inglés para conseguir unos precios mejores, en lugar de elevarlos al mismo nivel que los de El Gourmet.
Las opciones: todo abierto
En este momento, El Corte Inglés parece haberse decantado por gestionar Sánchez Romero como haría con sus tiendas de Supercor. Pero existen otras opciones sobre la mesa.
La primera es terminar con Sánchez Romero. Se podría optar por borrar esa denominación y renombrar las tiendas con el nombre de Supercor, Supermercados El Corte Inglés o El Gourmet. En resumen, se trataría de integrarlas con el resto de la red y eliminar el nombre de Sánchez Romero.
Otra opción es mantener las cosas como hasta ahora, el cartel de Sánchez Romero como enseña, pero que a la vez siga formando parte de la operativa de Supercor. La tercera opción sería intentar recuperar el estilo de gestión que ha caracterizado a Sánchez Romero en los últimos tiempos, relanzar la marca.
Por último, El Corte Inglés podría optar por desprenderse de esta parte del negocio si no encaja con los planes del grupo. La cadena niega también esta posibilidad. De nuevo, basta con hacer algo de memoria para considerar si tiene sentido o no. Hace tan solo un año, trascendió el interés por deshacerse de una parte de Supercor.
En los últimos meses, la compañía que preside Marta Álvarez ha tomado importantes decisiones, la mayoría de ellas consistentes en cerrar centros y abandonar ubicaciones. Todo ello iría encaminado a una posible salida a bolsa que demanda unas cuentas saneadas, sobre todo en aquellas actividades que arrojan pérdidas. Eso no solo atañe a Sánchez Romero, sino a otros negocios de la compañía que no terminan de ser rentables.
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