La inflación comienza a desacelerarse, pero los precios siguen subiendo
El incremento de los precios de los productos de gran consumo se ralentizó en abril hasta el 9,5%, 4,7 puntos menos que en marzo, coincidiendo con el primer repunte de la demanda en lo que llevamos de año.
Los volúmenes de compra han caído en lo que llevamos de año el 2%, en buena medida como consecuencia del contexto inflacionario, adelanta el informe de Niq presentado hoy en el 28º Congreso de Estrategia Comercial y Marketing. Sin embargo, el repunte del consumo en abril, con un crecimiento interanual superior al 4%, sugiere que podríamos encontrarnos ante el inicio de un cambio de tendencia.
Este repunte del consumo coincide con una ralentización destacada en el incremento de los precios de los productos de gran consumo registrado en el mes de abril, que se situó en el 9,5%. El dato, que Niq obtiene en base a las ventas reales de los establecimientos de Gran Consumo, supone un descenso de 4,7 puntos respecto a la subida del 14,2% en los precios del mes de marzo.
En cuanto a la evolución del sector, los datos de Niq muestran un crecimiento acumulado del 11,3% en valor en lo que llevamos de año.
El informe de Niq detalla de qué manera la situación inflacionaria está afectando a los hábitos de consumo. Como observa Patricia Daimiel, directora para el sur de Europa de Niq: "Los hogares tratan de contener el gasto y eso se traduce en más cambios de establecimientos en busca de mejores precios, cestas más pequeñas y una mayor frecuencia de compra, lo que está favoreciendo los formatos de tiendas de proximidad". Como adelantábamos en Food Retail, los consumidores están racionalizando sus compras para evitar el desperdicio y compensar así parcialmente la subida de precios.
El análisis muestra la relevancia que tiene actualmente el factor salud para los consumidores, lo que se traduce en un incremento generalizado en el gasto en productos frescos. Esto, sin embargo, podría ser indicio de la gran subida en el precio de carnes y pescados frescos, reforzada por la persistencia del IVA en estos productos. Otros datos sugieren que, si bien el gasto nominal puede haber aumentado, las compras en términos de volumen de productos frescos podrían haber disminuido.
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