Carrefour tiene un plan más allá de la guerra con Pepsico
Desde su nueva central de compras, la enseña francesa quiere hacer valer su poder de compra para obtener grandes descuentos que le permitan competir al nivel de E. Leclerc y Mercadona. La maniobra se ha encontrado con la resistencia de las grandes multinacionales.
Carrefour sabe que debe reducir drásticamente sus precios si quiere dar la vuelta al discreto desempeño de sus filiales europeas. Particularmente, en Francia y España, países donde la ventaja de sus competidores directos —E. Leclerc en el primero y Mercadona en el segundo— se ha ampliado durante la coyuntura inflacionaria.
Esto explicaría la campaña de la enseña contra la 'reduflación'; las declaraciones del presidente del grupo, Alexandre Bompard, contra fabricantes y multinacionales; y la reciente maniobra de retirar todos los productos de Pepsico de sus lineales.
Sin embargo, hay más. Detrás de bambalinas, Carrefour ha iniciado una nueva forma de negociar con los grandes proveedores internacionales. "Su intención es centralizar las compras en su nueva central de compras con la finalidad de adquirir productos a los mismos precios netos en todos los países europeos", señala un experto del sector en declaraciones a Food Retail & Service.
Cabe recordar que, en 2022, Carrefour canceló su alianza de compra conjunta con distintos grupos competidores (Tesco, Système U y Louis Delhaize) para agrupar las compras de sus seis grandes mercados europeos: Francia, España, Italia, Bélgica, Polonia y Rumanía, cuyo volumen total de ventas representa cerca de 63.000 millones de euros.
Desde esta nueva central de compras, instalada en Madrid y operativa desde 2023 bajo el nombre de Eureca, asó como desde el Carrefour World Trade de Ginebra, el grupo negocia a nivel europeo grandes paquetes de volúmenes y condiciones con las grandes multinacionales.
Ahora la intención de Carrefour es adquirir productos tomando como referencia los precios netos de Rumanía y Polonia —dos mercados en los que la enseña francesa sigue vendiendo las marcas de Pepsico—, lo que le permitiría obtener descuentos más cercanos a los que ya obtiene Mercadona de la multinacional con sede en Estados Unidos.
"Al final, esto no deja de ser una negociación dura entre dos gigantes, y supongo que Pepsico es uno de los que más se resisten. En Francia llevaban ya un mes dando de baja productos, poco a poco", insiste el experto consultado por este medio.
Carrefour se está empleando en la batalla como si se tratara de una cuestión de supervivencia. En vista de los resultados del último año, puede que tenga razón.
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