El Javier Campo (Aecoc) más apocalíptico y antipopulista
El presidente de Aecoc abre el Congreso Aecoc 2018 con un discurso duro contra el devenir de la política actual.
Como no podía ser de otra forma, Javier Campo, presidente de Aecoc, abrió el Congreso Aecoc 2018, que en esta ocasión eligió Madrid como sede, y lo hizo con su claridad habitual y con el mensaje más apocalíptico oído desde hace años en esta reunión de empresarios del gran consumo. En una reflexión muy llevada a su terreno, habló de la "italianización" de la política y de la economía española y lanzó un llamamiento para realizar reformas estructurales que mejoren la competencia en el sector que representa y en la economía en general.
Fue duro Javier Campo en su discurso, lleno de críticas contra la deriva que, según expresó, marcha en la política y economía española. "No quiero ser negativo ni ser pesimista", llegó a decir, pero sus palabras iban en ese sentido. Criticó que España lleve unos años o sin Gobierno o con un Gobierno de minorías, "sin capacidad" de hacer reformas estructurales que resuelvan problemas y duren en el tiempo. Solo le faltó pedir el voto para el PP para que logre la mayoría absoluta en las próximas elecciones generales que se celebren.
Campo tiró de comparativas y se fijó en Italia, que dibujó con un panorama desastroso tanto político como económico. Una Italia "populista". España, dijo, va por el mismo camino. "La economía de un país no puede funcionar de forma independiente a la forma de actuar de un Gobierno. El comportamiento de una economía depende de la capacidad de un Gobierno de hacer reformas estructurales para mejorar su competitividad", explicó.
El presidente de Aecoc apuntó que España no está creciendo como debe a nivel económico y se fijó en tres problemas concretos: la población activa, que se estima se reducirá paulatinamente en los próximos años; la tasa de actividad, poniendo como ejemplo a Alemania (78%) y comentando que España tendrá dificultades para encontrar personal cualificado; y la productividad, que "en España es un 32% inferior a la media de la UE".
¿Medidas? Por supuesto, nada populistas. Javier Campo habló, por ejemplo, de aumentar la edad de jubilación y de flexibilizar aún más la reforma laboral de 2012 ("la última gran reforma"). Sobre este último punto, el presidente de Aecoc, pidió al Gobierno actual no derogarla. También mencionó la necesidad de aumentar la tasa de natalidad (le faltó especificar cómo podrían ayudar las empresas, asunto espinoso) y apuntó que es preciso tener una política adecuada de inmigración: "Vamos a necesitar inmigración nos guste o no nos guste. Necesitamos una política que sea capaz de asumir este fenómeno, como qué origen debe tener para una mayor adaptación. No lo podemos gestionar con políticas de telediario".
Campo también ve necesario mejorar el empleo para la generación Ni-Ni y para las personas mayores de 50 años, una reforma educativa que integre la formación dual, más tecnología para mejorar la productividad, menos temporalidad en el mercado laboral y menos normas que penalicen la gestión de las empresas.
"Necesitamos reformas estructurales que resuelvan problemas y duren en el tiempo para mejorar la productividad. Nuestro potencial de crecimiento actual es muy bajo. Mejorar la productividad es tarea de todos, pero es la clase política la que tiene que realizar las reformas necesarias", insistió. Discurso, en general, duro. Discurso que se define con dos palabras: apocalíptico y antipopulista. Cerró recibiendo el aplauso de los más de 1.000 empresarios y altos directivos que se dieron cita en el Congreso.
Más tarde, en rueda de prensa, Javier Campo especificó que su discurso en el Congreso trataba de "crear opinión". "Tenemos problemas de verdad, hay soluciones y hay que ocuparse de ellos", concluyó.
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