Lidl despide a un trabajador por entrar antes de su hora
Llegaba al supermercado en el que ejercía de gerente antes de tiempo para prepararlo y no fichaba. El empleado ha llevado a la cadena a los tribunales.
El exceso de celo de un trabajador de un supermercado Lidl en Barcelona le ha costado su puesto de trabajo. Jean P., hasta ahora gerente de esta tienda, comenzaba su jornada laboral con más de una hora de antelación a fin de preparar el establecimiento antes de su apertura al público y no fichaba, una práctica que la compañía alemana considera "un incumplimiento laboral muy grave" y por lo que ha despedido a este empleado, informa El País.
Según consta en su carta de despido, Jean "realizaba pedidos, cambiaba precios o reponía palés enteros de artículos". Durante unos días de abril de 2017, la empresa observó cómo el gerente accedía al local a las cinco de la mañana y pasaba un buen rato trabajando sin fichar. Con ello vulneraba la norma por la cual "cada minuto que se trabaja, se paga, y cada minuto que se trabaja debe quedar registrado", señala la citada carta.
Lidl señala que recibió "quejas" de otros empleados a los que también invitaba a llegar antes y precisa que en muchas ocasiones el gerente estaba solo, algo que también está prohibido por motivos de "seguridad", indica la compañía.
MÁS DE 15 AÑOS EN LA EMPRESA
Jean P. trabajaba en Lidl desde 2005. Como era de esperar, el empleado considera que su despido es improcedente y ha llevado a la cadena de supermercados ante los tribunales.
En su defensa, alega que nunca obligó a ningún empleado a acompañarle para abrir el supermercado y que la empresa en ningún momento le indicó que no podía acudir "un poco antes para preparar la tienda y poder afrontar eficazmente la apertura".
Su abogado incide en que si este trabajador se apartó de los procedimientos no fue en su provecho, sino "en beneficio de la empresa". "Curiosamente se le sanciona, lo que desde luego no es usual, por trabajar demasiado y esforzarse en que su tienda funcionara correctamente", añade.
Jean P. ha denunciado la "hipocresía" de la empresa porque le sometía a "presiones para conseguir las ventas que esperaba la dirección". Para cumplir los objetivos de ventas, "a veces hay que trabajar por encima del horario", afirma.
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