Lidl probará el etiquetado nutricional Eco-Score

Lidl ha anunciado que probará el etiquetado Eco-Score en algunos de sus productos. Se trata de un sistema que permite al consumidor conocer el grado de sostenibilidad de un producto a través del sistema de producción y logística que ha seguido hasta llegar al supermercado.

La enseña de origen alemán ha empezado a aplicar este sistema en diversas gamas de producto que comercializará en sus supermercados de Berlín para conocer la reacción de los consumidores. Su objetivo con esta iniciativa es ganar en "transparencia" de cara a sus clientes y permitirles "comprar de forma más consciente".

Dependiendo de los resultados, el Eco-Score se implementará en todos los establecimientos de la cadena en Alemania. Asimismo, Lidl está abierta a "iniciativas de todo el sector" para lograr una etiqueta ecológica, señala RetailDetail.

Los comestibles de la compañía se dividen en cinco categorías: de la A a la E, según su grado de sostenibilidad. La categoría 'A' indica los productos que se han producido de forma más sostenible, mientras que la 'E' señala aquellos productos que obtienen peor calificación de tipo medioambiental.

Las puntuaciones de los productos individuales están determinadas por una gran cantidad de factores diferentes. Si bien el equilibrio ecológico de los alimentos será importante para la clasificación, también influirá el lugar de origen o el envasado de los productos, señala la compañía.

SIMILAR AL NUTRISCORE

El Eco-Score es un etiquetado similar al NutriScore, que algunas enseñas, como Eroski, han implantado en España y que en los últimos tiempos no está exento de polémica.

Las solicitudes de excepciones a su aplicación son permanentes. Primero fue el aceite de oliva, (tras la polémica el Ministerio de Consumo ha decidido recientemente sacar este producto del etiquetado Nutriscore), después los productos ibéricos, y después los de calidad diferenciada.

"La principal dificultad en este tipo de sistemas pasa por conjugar sencillez con objetividad y claridad. Se trata de hallar el punto justo para que la información nutricional que se pone a disposición del consumidor le permita tomar una decisión de compra bien informada y llevar una dieta más saludable. En ocasiones, alcanzar la sencillez es sumamente complicado", señala José Mª Ferrer, jefe del departamento de Derecho alimentario del centro tecnológico Ainia.

En la otra cara de la moneda, se encuentran aspectos positivos que permitirán al consumidor tomar sus decisiones en la compra de alimentos mejor informado y, por tanto, lograr una dieta más equilibrada y saludable. Para Ferrer, "estos elementos positivos los veremos con Nutriscore, siempre y cuando el sistema se amolde a las distintas categorías de alimentos que consumimos en España".