El extraño pacto entre Lidl y Kroger para evitar ir a juicio
La cadena americana denunció a la alemana por "copiar" una marca blanca. Todo queda en nada... y tan amigas.
La entrada de Lidl en Estados Unidos está escociendo a las compañías de distribución tradicionales del país, que están viendo en la cadena alemana una dura rival (sobre todo si sigue el mismo camino de éxito ya cosechado en Reino Unido) para hacerse con el mercado americano. Tanto ha dolido que ya ha habido un intento para llevar a Lidl a los tribunales.
Ha sido Kroger, que suma unas 3.000 tiendas en Estados Unidos, la cadena que anunció una demanda contra Lidl en junio al considerar que la marca propia lanzada por los alemanes, Preferred Selection, era demasiado similar a la suya, Private Selection. "Hay una infracción con el nombre de la marca y supone un caso de competencia desleal", decía Kroger. Lidl, mientras, lo negaba.
Kroger pidió que Lidl dejara temporalmente de vender sus productos con esa denominación, aunque su petición fue desestimada. Se anunciaba, eso sí, juicio entre ambas empresas para enero del próximo año.
Sin embargo, en los últimos días la situación ha dado un giro inesperado, después de que las dos compañías hayan anunciado un acuerdo para no verse en los tribunales. Todo buenas palabras y tan amigas. Eso sí, nada de nada sobre los detalles de ese pacto.
"Los problemas han sido resueltos", ha dicho Kristal Howard, portavoz de Kroger, sin animarse a revelar detalles del acuerdo. Mientras, el portavoz de Lidl en Estados Unidos, Will Harwood, ha señalado que "el caso ha sido desestimado". Todo muy extraño, pero las compañías han evitado la mala prensa de verse ante un juez.
Lidl está haciendo buen balance de sus primeros meses en Estados Unidos. En junio se estrenó con una veintena de supermercados y espera llegar a las 100 tiendas a lo largo del próximo año.
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