Un llamamiento contra la corrupción y para que haya más estabilidad
Una encuesta de la Cámara de Comercio Alemana para España, en la que forman parte Lidl o Makro, refleja el sentir de las empresas.
Las empresas alemanas comienzan a percibir un mayor clima de confianza y de estabilidad en España. Es una de las conclusiones de una encuesta realizada por la Cámara de Comercio Alemana para España entre 837 compañías germanas con actividad en nuestro país, entre las que se encuentran, entre otras compañías relacionadas con el sector del gran consumo, Lidl, Aldi, Makro, Dr. Oetker, Bayer o Jungheinrich. Entre los aspectos más positivos de operar en nuestro país valoran el acceso al crédito y los costes salariales; como punto negativo: la escasa lucha contra la corrupción.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), unas 2.020 empresas alemanas ejercen su actividad actualmente en España, integrando el mayor grupo de compañías extranjeras que operan en el país, con un 18% del total.
La encuesta de la Cámara de Comercio Alemana para España, que en este 2017 celebra su centenario, destaca que las compañías germanas están más tranquilas con la situación política en nuestro país. Frente a los resultados del anterior sondeo, correspondiente al primer cuatrimestre de 2016, en el que el 93% de las compañías manifestaban su inquietud ante el clima de inestabilidad política, la última encuesta muestra una mejora en la percepción de esta cuestión, que pese a ello continúa preocupando al 79% de las empresas.
La encuesta señala que la regeneración democrática es percibida como un aspecto importante o muy importante en la agenda de casi la totalidad de las empresas alemanas. Sin embargo, un 85% de los encuestados se declara poco satisfecho o nada satisfecho con las medidas y los compromisos adoptados desde los poderes públicos hasta ahora para fomentar una mayor transparencia y combatir la corrupción.
Entre los aspectos relativos al Estado, son también objeto de descontento el funcionamiento de la administración judicial, que constituye un área de mejora para ocho de cada diez encuestados; las consecuencias del incremento de las competencias autonómicas sobre la unidad de mercado, motivo de insatisfacción para el 73% de los consultados; así como la eficiencia del conjunto de las Administraciones Públicas, con la que siete de cada diez empresas se declaran insatisfechas.
En lo referente al fomento de la competitividad empresarial, las compañías alemanas centran su atención en los costes salariales y energéticos derivados de su actividad, en la flexibilización de la legislación laboral y en la fiscalidad. Entre los factores que mejor valoración reciben destaca el acceso al crédito, que satisface al 71% de las empresas, seguido de los costes salariales, con los que se muestran conformes el 63% de los encuestados. Estas opiniones contrastan con las referidas a otras cuestiones como los costes energéticos, que generan insatisfacción en ocho de cada diez empresas.
También se constata la importancia de la flexibilidad en la legislación laboral, considerada importante o muy importante por nueve de cada diez empresas. Con cuatro de cada diez empresas muy satisfechas o satisfechas con el conjunto de las iniciativas adoptadas, queda un margen de mejora en este aspecto.
Una vez más, el estudio pone de relieve el papel otorgado a la formación y a la calidad del sistema educativo como factores decisivos a la hora de potenciar e incrementar la competitividad empresarial. Cerca de la mitad de las compañías consultadas (47%) declara su satisfacción con la calidad de la formación académica española, dato que contrasta con un mayor descontento a la hora de evaluar el sistema de formación profesional no académico, que tan solo satisface a dos de cada diez encuestados.
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