En pijama, bikini... ¿se necesita un código de vestimenta en los súper?
La señalización de normativas en cuanto a la vestimenta de los clientes no es algo generalizado en los supermercados españoles.
En el recién terminado mes de enero GranConsumoTv informó sobre una controvertida foto, que generó debate en Reino Unido, en la que se veía a dos mujeres haciendo la compra en pijama en un establecimiento de Tesco. El autor de la instantánea, difundida en Facebook, pedía a la compañía no dejar entrar a personas vestidas de tal manera, por cuestiones de higiene y respeto a otros clientes y trabajadores, y su reclamación llegó a contar con muchos apoyos, mientras que otros valoraban ciertos matices antes de dar el visto bueno a un determinado código de acceso en los supermercados. ¿Y qué se opina en España?
Hemos querido preguntar directamente a nuestros lectores y la mayoría se ha mostrado a favor de que las cadenas de supermercados lleguen a poner restricciones a la entrada de clientes que, por ejemplo, vayan en pijama, descalzos o sin camiseta. En nuestra última encuesta, el 50% de los participantes consideran que debe haber un código de admisión, aunque debe ser permisivo en algunos puntos, como en zonas de playa. Mientras, el 40% entiende que sí debe haber prohibiciones de acceso por vestimenta inapropiada en toda España. Apenas el 10% cree que las personas pueden ir al supermercado vestidas como quieran.
Desde la Asociación Española de Distribuidores de Autoservicio y Supermercados (Asedas) se explica a GranConsumoTv que "la señalización de normativas en cuanto a la vestimenta no es algo generalizado". "En todo caso, es una acción que viene marcada, básicamente, por la meteorología y las características de las zonas en que están situadas las tiendas. De hecho, hay lugares 'frescos' en que la climatología hace que ni siquiera se plantee el caso", explica.
Asedas añade que en algunas de las tiendas cercanas a zonas de playa existen señalizaciones en punto de venta para evitar el acceso de clientes sin camiseta, en bañador o en bikini. En otras se prohíbe también la entrada con los pies descalzos como medida de higiene y de seguridad ante posibles cortes si se cae un envase de vidrio, por ejemplo. "En aquellos casos en que el Ayuntamiento en cuestión tiene ordenanzas municipales que regulen la normal convivencia en la calle, los supermercados se ajustan a la misma. El objetivo es facilitar dicha convivencia entre los ciudadanos y el respeto mutuo también hacia los empleados de los supermercados", concluye Asedas.
Por su parte, Aurelio del Pino, presidente de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (Aces), entiende que, en líneas generales, los casos de vestimenta inapropiada son muy escasos en nuestro país. "El consumidor español, por razones educacionales y del entorno, es consciente de las pautas personales que debe adoptar por sentido común y civismo y el respeto hacia las otras personas, sin perjuicio de las restricciones que se puedan establecer en aplicación de la normativa vigente", comenta.
En el citado caso de Reino Unido, Tesco se pronunció señalando que no cuenta con ningún código de vestimenta para los clientes que acudan a sus establecimientos y apela a que sus trabajadores usen el "sentido común y la discreción" al hablar con los clientes sobre esta cuestión si surge algún problema. Varias compañías de distribución españolas consultadas por GranConsumoTv también han hecho una valoración similar ante posibles situaciones de este tipo que, en todo caso, "rara vez ocurren".
Precisamente estos días está de actualidad un bar de Málaga que ha decidido prohibir la entrada de clientes que vistan en pijama o bata. La medida obedece a razones de "higiene, imagen y respeto", dicen sus responsables. Otros locales de la zona han decidido seguir el mismo ejemplo y tampoco permiten este tipo de vestimenta.
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