El precio del aceite de oliva, en caída libre a causa de la competencia entre cadenas y la recuperación de la cosecha
La caída de precios se ha profundizado en diciembre y demuestra la buena salud del sector alimentario español.
El precio que los consumidores pagan por la botella de aceite de oliva en el supermercado no ha dejado de caer desde que se confirmara la recuperación de la producción prevista para la presente campaña.
Mercadona desencadenó una competencia feroz entre enseñas el pasado mes de agosto cuando decidió rebajar el precio de sus botellas de litro de aceite de oliva Hacendado (intenso y suave) desde 7,62 euros a 6,95.
Poco después, las botellas de litro de aceite de oliva de Dia, Alcampo, Carrefour, Hipercor, Lidl y Aldi, entre otra, experimentaron descensos similares.
Ahora el precio del litro de aceite de oliva no sólo ha profundizado su caída, sino que se ha extendido a las referencias de aceite de oliva virgen extra, las más habituales en los hogares españoles.
En el caso de Mercadona, la botella de litro de aceite de oliva Hacendado ha pasado de 6,95 euros a 5,85 euros entre agosto y diciembre. Su referencia virgen extra, que hace dos meses tenía un precio de 8,94 euros/litro, hoy cuesta 6,74 euros euros.
Descuentos similares han experimentado las referencias de virgen extra de otras enseñas como Carrefour, donde el litro ha pasado de 8,93 euros a 6,74 euros. En El Corte Inglés, el descenso ha sido aún más pronunciado: de 9,12 euros a 6,89.
Fuentes del sector consultadas por FRS consideran que la caída de precios es signo de la competitividad de los supermercados de nuestro país, "que estaban deseando repercutir la bajada de precios para no perder más consumidores".
Las enseñas vigilan de cerca las previsiones de aforo publicadas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapa) y la Junta de Andalucía, que se publican en otoño y tienen una influencia decisiva sobre los precios de venta al público.
Gonzalo Guillén, director general de Acesur, pronosticó el pasado mes de octubre que la caída de precios se prolongaría desde noviembre hasta primavera, cuando tocaría suelo.
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