¿Cómo exprimir el Big Data en el sector retail?
El análisis de datos tiene claros beneficios para las empresas de distribución. Estas son las cinco claves para aprovecharlo.
En el mundo globalizado en el que nos movemos, los datos lo son todo. De hecho, el 11,2% de las empresas emplea en la actualidad herramientas de Big Data, lo que supone un aumento de 2,4 puntos porcentuales en el uso de estas tecnologías respecto al año anterior. El retail lo sabe y, aunque aún está dando pasos en el ámbito de la innovación, deficiente en algunos aspectos, lo mejor está por llegar. Y es que, según datos de Esade, el sector planea doblar su presencia en Internet en España en los próximos años.
En este contexto, colocar el análisis de datos como una prioridad puede proporcionar al sector claros beneficios. Dunnhumby, firma especializada en ciencia de datos para clientes, destaca cinco claves para lograrlo:
1.- El consumidor en el centro de la estrategia.
Las prioridades de muchos retailers todavía tienen su base en la estructura de la compañía, y no en el consumidor. Por eso, esta investigación considera esencial que las empresas de distribución organicen y utilicen sus datos siempre en función de qué es lo mejor para el consumidor, si quieren establecer los cimientos de una estrategia que les convierta en un 'data-driven retailer'.
Para ello recomienda comenzar con una evaluación integral de la capacidad de datos actual, que identifique brechas y oportunidades, a través de preguntas que cubran la arquitectura, el gobierno de datos y los procesos actuales de análisis, si los hubiera.
2.- La toma de decisiones y la estrategia en tienda, definidas por el data.
¿Cómo asegurarse de que lo que sucede todos los días en la tienda, se apoya en los datos? Alcanzar este nivel requiere importantes cambios en las estructuras y procesos de dentro de la organización.
Algunos ejemplos de inversiones que deberían considerar aquellos retailers que busquen alcanzar la categoría de data-driven son formación para empleados o herramientas de análisis que permitan crear comunicaciones personalizadas. Estas inversiones centradas en el largo plazo favorecen una toma de decisiones que excede el cortoplacismo basado en tendencias pasajeras, para abordar un plan más estratégico.
3.- Cada interacción con el consumidor, basada en los datos.
Desde el precio, hasta las promociones y las comunicaciones personalizadas, toda acción dirigida al consumidor ha de estar basada en un análisis previo de sus datos, para asegurar un mayor retorno de la inversión y un crecimiento en ventas.
4.- Los avances tecnológicos, una ventaja competitiva.
Los nuevos canales (pedidos por voz, chatbots...) pueden parecer fuera del alcance de muchos retailers, pero son fórmulas muy útiles a la hora de facilitar y mejorar la experiencia de compra del cliente. En paralelo, conviene tener en cuenta los valiosos conjuntos de datos que podrían generarse a partir de estas tecnologías en tienda. Más allá de facilitar una transacción, pueden crear "increíbles oportunidades" de negocio.
5.- Operar siempre en línea con la regulación actual.
Los consumidores cada vez se preocupan más por el uso de sus datos. Así lo confirma el Open Data Institute, según el cual un 45% de los compradores dice que es probable que utilicen su derecho a acceder a sus datos y el 25% a transferirlos. En consecuencia, los retailers han de trabajar para ser "aceptados, en lugar de temidos". Es importante recordar que una legislación de datos más estricta abre en realidad la posibilidad a nuevas propuestas facilitadas por el intercambio de datos y un claro intercambio de valor.
"En definitiva, seguir siendo relevantes y competitivos en la economía actual basada en los datos, pasa por que los retailers aprovechen al máximo sus activos de datos para invertir estratégicamente, sin olvidar que el consumidor ha de estar siempre presente de una forma u otra en el centro de toda estrategia", apunta Laura Guerra, Managing Director en dunnhumby España.
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