Del apoyo al consumo local al rechazo a lo extranjero como valor: ¿una nueva revolución francesa?
Polémica iniciativa la de un supermercado U de Gorron, en el distrito de Mayenne, que no solo ha decidido retirar de sus lineales los productos de origen no francés, sino que además estigmatiza a marcas concretas con carteles dirigidos a sus clientes.
En el contexto de la ola ultra proteccionista y nacionalista que recorre Francia a raíz de la revuelta de los agricultores galos, que ha supuesto el ataque a productos de alimentación españoles y de otros países de la Unión Europea, la web Je Bosse en Grande Distribution se hace eco de la controvertida iniciativa de un supermercado Système U de retirar productos no procedentes de Francia, incluso aunque sean vendidos por fabricantes de marca del mismo país.
En el montaje fotográfico superior se pueden leer dos carteles, colocados en las estanterías, con una sencilla sentencia: "En apoyo a nuestros agricultores, los productos de la marca Lune de Miel / Père Dodu serán retirados de nuestros estantes (miel / carne no francesa)".
En una publicación en redes sociales, la tienda ha explicado que ha decidido retirar algunos productos no franceses de sus estantes. “En este período en el que nuestros agricultores se enfrentan a desafíos sin precedentes, creemos firmemente en la importancia de apoyar a nuestros productores locales y promover el duro trabajo de nuestros agricultores franceses que contribuyen cada día a nuestra alimentación y a nuestra economía", subraya el comunicado de la tienda.
Los productos permanecerán en los lineales hasta su venta. Una vez vendidos, “dejaremos de trabajar con ellos”, promete el supermercado, que invita a los consumidores a sumarse a esta decisión eligiendo “productos locales” y mostrando su “gratitud hacia quienes alimentan a nuestro país”.
La publicación de estas fotografías han generado, como no puede ser de otra forma, un intenso debate en LinkedIn. Surgen voces críticas, como la de Fabrice Dufil, que se refiere con sarcasmo al fin de los aguacates, piñas y otras frutas en esa tienda. Los hay que cuestionan la duración en el tiempo de estas iniciativas tomadas en el fragor de la lucha. Por su parte, Guibert Zimmer plantea una pregunta como respuesta: "Con la misma lógica, ¿los productos franceses deberían ser retirados de las tiendas belgas y de otros países de la UE igualmente?"
"Primero lo francés, cueste lo que cueste, luego lo francés: es la única forma de reindustrializar el país", le responde Jean-Paul de Laromiguière, uno de los defensores de la iniciativa.
Un supermercado de Système U
Système U es una cooperativa minorista francesa que aglutina a unos ochocientos hipermercados y supermercados independientes en torno a las enseñas Hyper U, Super U y U Express.
A fecha 16 de noviembre, la cuota de mercado de Agrupación U, según Kantar Wordpanel, era del 11,8% (+0,2%), consolidándose como cuarto operador tras Agrupación E. Leclerc (24,1%), Carrefour (19,4%) y Agrupación Les Mousquetaires (16,5%)
En su propia página web, Système U promete estar "atentos al origen de los productos cotidianos, conocer sus métodos de producción y optar por apoyar a los productores y fabricantes locales”. En este sentido, asegura que el 75% de sus productos alimentarios U se producen en Francia.
“Consumir francés significa prestar atención al origen de los productos, valorar la calidad y fomentar la economía de nuestro territorio. Ya sea por lo que vestimos o por lo que comemos, todos podemos actuar. Elijamos juntos ser actores responsables en el consumo”, promueve la agrupación de minoristas.
Del apoyo a lo local al consumo xenófobo
Moda pasajera o tendencia, esta deriva consumista xenófoba del apoyo a lo local muestra que las acciones proteccionistas de presión social hacia la gran distribución por parte de los agricultores franceses se extienden a los fabricantes de marcas de alimentación.
Mientras tanto, en España, también a raíz de las protestas del campo, aumenta el interés de consumidores por identificar los productos españoles. Circulan por la red videos y mensajes de consumidores que animan a comprar solo producto ‘made in Spain’ sirviéndose del número del código de barras como elemento identificador, pero se trata de un mito que no sirve. Ni 84, ni 841, ni 843..., el código de barras no sirve para saber qué productos son españoles.
Este tipo de acciones y reacciones nacionalistas, lejos de favorecer los intereses generales de la UE, dividen y empobrecen al conjunto de la ciudadanía, sobre todo teniendo en cuenta que las cadenas de suministro están hoy en día totalmente globalizadas, incluso en productos que damos por hecho que son españoles. "Habría que retirar el 50% de los productos de un supermercado", asegura uno de los principales expertos.
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