Robos en tienda: un 'pellizco' de 3.600 M para los súper españoles
España ocupa la primera posición entre 11 países europeos con una pérdida desconocida y conocida de un 2% de media de la cifra de ventas. Entre los productos más hurtados figuran bebidas espirituosas, vinos, carnes y quesos, según un estudio.
Los robos en tienda constituyen uno de los principales problemas a los que debe enfrentarse el sector retail. De hecho, en España, el impacto económico asciende a 3.645 millones de euros (2.542 millones de pérdidas y merma, y 1.103 millones de coste en inversión en seguridad), lo que representa 78 euros per cápita al año.
Así lo resalta un estudio realizado por Crime&tech con el apoyo de Checkpoint Systems que ha analizado esta cuestión en 11 países de Europa: Alemania, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Italia, Países Bajos, Polonia, Suecia, Reino Unido y Rusia.
A nivel global, el coste de la delincuencia y la merma (35.000 M€) más la inversión en medidas de seguridad (14.500 M€) arroja un impacto económico anual que representa el 2,1% de la cifra de ventas de los retailers europeos, es decir, 49.500 millones de euros en los 11 países analizados.
Este análisis detalla que en Europa la pérdida conocida y desconocida representó de media el 1,44% de la cifra de ventas de los retailers entre 2015 y 2017 y el 2,1% si se añade el gasto en medidas de seguridad y prevención contra el hurto (0,61%). Dichas pérdidas y la inversión en seguridad alcanzaron en alimentación el 2,6% de las ventas.
España ocupa la primera posición en el ranking incluyendo la pérdida conocida y la desconocida, con el 2% de media, seguida de Bélgica y los Países Bajos con el 1,9% y Francia con el 1,7%. En su conjunto, los retailers invirtieron en nuestro país el 0,7% de su cifra de ventas en adoptar medidas de seguridad contra la delincuencia.
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Los artículos más hurtados en España por precio en el sector de alimentación son los vinos y licores, el queso, la carne, los cosméticos y los perfumes. En términos generales, la pérdida conocida y desconocida representa en nuestro país el 2,6% de la cifra de ventas en alimentación, frente al 1,3% de media en otras categorías de artículos.
En Europa, en términos globales los artículos que registran más pérdidas son en electrónica los auriculares y discos duros, en moda los pantalones, en artículos de deporte las prendas deportivas, en belleza los productos de cosmética, en alimentación los licores, en autoservicio los dispositivos electrónicos, en cash&carry las bebidas alcohólicas, en productos para mascotas los accesorios y juegos, en calzado los náuticos, en gasolineras los accesorios de telefonía móvil y de automoción, y en tiendas de lujo las gafas.
Por su parte, los periodos con mayores pérdidas son aquellos que coinciden con el lanzamiento de colecciones o nuevos productos, las épocas vacacionales (sobre todo Navidad) y los fines de semana. Primavera es la época del año que registra mayor hurto en porcentaje sobre ventas y el invierno en valor absoluto.
FACTORES QUE FAVORECEN LA PÉRDIDA
Entre los factores externos que más impactan en el fenómeno de la pérdida, los minoristas europeos destacan que ésta es más cuantiosa en áreas urbanas con alta densidad de población y renta más baja.
Asimismo, el estudio pone de relieve que la pérdida es mayor en tiendas de tamaño grande y que existe una correlación entre el número de horas de apertura al público y la pérdida registrada. Por otro lado, el fraude es más elevado en los establecimientos próximos a estaciones de tren o de metro, en los situados en calles de gran afluencia de público y en aquellas tiendas que disponen de cajas de auto-pago.
Otro aspecto que resalta el informe es que el hurto externo por parte de los consumidores sigue siendo la causa más frecuente de la pérdida desconocida en la distribución comercial. El 28,2% es cometido por individuos que actúan en solitario y el 71,8% por grupos compuestos por dos y tres personas.
ATRACOS
Además de los hurtos en tiendas, el estudio aborda la casuística de los robos y atracos con intimidación. En relación a los atracos, que representan el 60% de la delincuencia, según los retailers consultados, en Europa es la amenaza de fuerza sin visibilizar arma alguna la que se utiliza en la mayoría de los casos (52,8%). Le sigue el empleo de armas blancas (22,2%), de armas de fuego (16,7%) y la violencia física (8,3%). Además, se observa el aumento de las micro-bandas organizadas itinerantes, que es un fenómeno emergente.
El hurto interno y el producido en la cadena de suministro continúan siendo significativos. Esta investigación destaca que, además de la apropiación indebida de artículos, se detecta fraude por la manipulación de los datos de ventas y KPIs, por el uso desleal de tarjetas de fidelización y de regalo, en los falsos reembolsos y devoluciones, y en sobreprecios de artículos. Destaca también que muchos retailers se limitan a analizar los perfiles laborales sólo en el proceso inicial de la contratación del personal y menos cuando ya están en plantilla.
Respecto al personal interno relacionado en los hurtos, el informe indica que son los empleados de la sala de ventas y de caja los más involucrados en fraudes, así como los encargados de tienda, sobre todo en establecimientos de moda y de belleza y cosmética.
Por otro lado, más de dos tercios de los encuestados alegan haber sufrido fraude en su cadena de suministro, ya sea por los servicios logísticos, de limpieza y por parte del personal de seguridad subcontratado.
SISTEMAS DE SEGURIDAD
Las contramedidas más habituales son los cámaras de vigilancia, los sistemas antihurto (EAS), las alarmas conectadas a central receptora, vigilantes de seguridad y los contadores de personas.
El sistema más utilizado para la gestión del inventario son las etiquetas de código de barras, que representan el 71,7%. La radiofrecuencia de identificación digital (RFID) ya supone el 7,6%, instalada de forma independiente o junto al código de barras.
En el futuro, los autores del informe consideran importante analizar con mayor profundidad las siguientes cuestiones: cómo son contabilizadas las pérdidas por parte de la distribución comercial; qué impacto tiene la actividad delictiva en estas pérdidas; cómo afecta este fenómeno en la actitud de compra de los consumidores; qué relación existe entre los departamentos de seguridad, auditoría y control en la gestión; cómo se evalúa el inventario y su relación con el fraude; cómo mejorar el procesamiento de datos; y qué contramedidas se pueden adoptar para ser más eficientes en la lucha contra el hurto. Asimismo, ven necesario plantear nuevas fórmulas que estimulen el intercambio de información y prácticas entre los retailers.
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