Cuando la sensibilidad está por encima de los negocios

La capacidad del ser humano para demostrar que es, precisamente eso, un ser humano, no deja de admirar en el mundo en el que vivimos. Y aún más cuando es el ámbito empresarial (al fin y al cabo formado por personas) el que protagoniza esta historia de sensibilidad que ahora contamos. La cadena británica Sainsbury's, conocida por sus campañas de Navidad, ha dado ejemplo al hacer todo lo posible para que una mujer con alzhéimer pudiera seguir trabajando en uno de sus establecimientos.

Según detalla el diario Independent, una mujer de 61 años comenzó a mostrar signos de la enfermedad hace unos 10 años, cuando tenía 50. Su hijo, Doron Solomon, que ha compartido la historia a través de Twitter, explicó cómo su madre, que trabajaba como contable en el supermercado, "estaba muy organizada y era buena con los números. Pero en 2013, fue diagnosticada de alzhéimer".

Pronto se hizo evidente que ya no era capaz de hacer su trabajo de manera efectiva, pero solicitó y se le ofreció un puesto en Sainsbury's, en Kenton, trabajando con el equipo de pedidos en línea y recogiendo todos los artículos listos para la entrega. Solomon explicó que la compañía se había dado cuenta de la condición de su madre y ensalzó la decisión de la cadena al comportarse de manera "sobresaliente" a partir de ese momento.

"Médicamente estaba bien y el personal de Sainsbury's estuvo atento en todo momento a todas y cada una de sus actualizaciones médicas. Sainsbury's ha visto a mi madre deteriorarse hasta el punto de que todos los días durante el último año ella entraba a la tienda confundida, como si nunca antes hubiera estado allí. En esos momentos, ellos siempre han estado a su lado, asegurándose de que era feliz y de que se sintiera valorada", explica Doron Solomon.

"TODO TIPO DE FACILIDADES"

El hijo de esta empleada hace hincapié en la manera en que la cadena de supermercados ha tratado este caso: "A lo largo de todos estos años, nos ha dado todo tipo de facilidades: le cambiaron los horarios, pusieron a compañeros a trabajar codo con codo con ella para ayudarla, mantenían reuniones periódicas con mi padre para ver cómo podían ayudar cuando las cosas se ponían peor, e incluso se inventaron un puesto de trabajo que no existía como limpiadora de cajas", detalla.

"Para mi madre, limpiar las cajas se convirtió en el trabajo más importante del mundo. El sentido de autoestima y orgullo ha ayudado innegablemente con aspectos de su Alzheimer. Ha habido tantas ocasiones en que Sainsbury´s la podía haber despedido... y, por el contrario, siempre se han mostrado proactivos a ayudarnos", continúa.

Doron Solomon señaló también en estas líneas de agradecimiento, que en octubre de 2017 el alzhéimer que padece su madre había avanzado mucho, hasta el punto de imposibilitarle trabajar. "Sainsbury's vio el informe y asumimos que era el final, pero ellos nos sorprendieron una vez más. Casi seis meses más tarde de aquello, el otro día fue su último día de trabajo. Mi madre estaba emocionada pero aliviada", relata.

"UNA INSPIRACIÓN PARA TODOS"

Finalmente, Doron Solomon ha elogiado a los directivos de la cadena: "Han actuado con compasión y han manejado todo con clase y dignidad y quiero agradecérselo públicamente en nombre de mi familia. Han sido unos empleadores fabulosos, pero más que eso, a nivel humano, las personas que trabajan en la tienda de Kenton ha mostrado una sensibilidad, amabilidad y cuidado excepcionales. Gracias".

Por su parte, un portavoz de la cadena ha dicho al respecto de este sentido acto de gratitud: "la madre de Doron era una colega muy querida y una inspiración para todos nosotros. Queremos agradecerle sus años de servicio y desearle todo lo mejor para el futuro".

Nada más que decir. Sobran las palabras.