Salud y delivery, drivers del comercio postCovid
La clave de una buena salud en la empresa está en identificar el propósito, la visión, la misión y los valores, según la socióloga Alejandra Nuño.
La crisis sanitaria ha llevado a un cambio de hábitos y ha puesto a las empresas el listón bien alto para atender las nuevas demandas de los consumidores. En este sentido, la transformación digital, sin duda, es una prioridad y ha llegado para quedarse. Pero para tener éxito no basta con tener presencia en la red y ser innovador, sino que hay que tener presente otros factores de las marcas, que son las que aportan valor. Al fin y al cabo, "los valores son lo que conectan las marcas con las empresas".
Esta es una de las conclusiones que ha destacado la socióloga y directora de crecimiento de Branward, Alejandra Nuño, en su ponencia Contagio emocional de las marcas. Y es que las empresas tienen un valor indiscutible de crear riqueza y bienestar y no están ajenas a la sociedad. Todo lo contrario, ha especificado la experta: "Sin salud no hay diversidad".
Nuño ha recordado que en 2020 "se ha destapado el lado más humano de las personas y, con ello, de los negocios a través de la autenticidad, el crecimiento sostenible, la organización o la diversidad". En su opinión, "los valores y el propósito son elementos estratégicos para el negocio, ayudando a encontrar la hoja de ruta. Y es que el bienestar en las empresas es algo fundamental, a pesar de la distancia y el teletrabajo, y más después de este entorno postCovid.
Asimismo, esta experta sostiene que la clave de una buena salud en la empresa está en identificar el propósito (por qué), la visión (a dónde), la misión (qué) y los valores (cómo) y asegura que las características del propósito es ser auténtico, atemporal, personal y reconocible, además de visible.
EL AÑO DEL DELIVERY
En este sentido, Alejandra Nuño recuerda las claves para el bienestar en las empresas tras la pandemia, que ha cambiado a muchos negocios su manera de trabajar y relacionarse con los empleados. "La Covid ha puesto en evidencia las dependencias globales de materias primas, el reconocimiento de dependencia geográfica que tenemos en algunos casos, y nos ha permitido valorar y poner otra visión a colectivos esenciales. En definitiva, se ha convertido en un hecho para modificar las cosas y ser agentes del cambio activo teniendo en cuenta el valor de las personas y la sociedad. Ha sido un revulsivo y un reconocimiento a la autenticidad y a la escala de valores. Las empresas han tenido un papel esencial a la hora de crear riqueza y bienestar".
Nuño ha hecho hincapié también en el auge del delivery a consecuencia de la crisis sanitaria y económica y ha afirmado que las empresas cada vez más van a tener que ser "más competitivas, no en precio, sino en valor".
Por ello, defiende que las marcas del siglo XXI sean sostenibles, digitales e intangibles. "Y a medida que las marcas se esfuerzan en ello, mantenerse relevantes y hablar de crecimiento sostenible puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso". De este modo, "el talento y el engagement pasan a ser fundamentales en las empresas. Y es que las marcas las hacen las personas para las personas", subraya.
"En definitiva, si algo nos ha enseñado este periodo es que nos mueve la actitud y los valores y es fundamental trasladar la coherencia interna y que los equipos estén felices para que toda la cadena de valor sea efectiva y salgamos reforzados", concluye.
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