¿Tendrán los supermercados que enfrentarse a una "Stasi de los precios"?
La bajada del IVA viene aparejada con la vigilancia de los precios por parte del Ministerio de Agricultura
A pesar del escaso impacto real que tiene la bajada del IVA en los llamados productos básicos, esta medida ha alcanzado una importante relevancia mediática. Los telediarios preguntan a los consumidores si lo han notado, comparan los precios del día 31 de diciembre con los del comienzo de 2023 y las asociaciones de consumidores vigilan con lupa el precio de cada producto.
Para poner en contexto la importancia de esta medida basta con señalar un ejemplo: de una barra de pan que costaba 50 céntimos, la bajada del IVA supone que el precio ahora sea de 48 céntimos. El Gobierno se comprometió a vigilar que los supermercados efectuaban dicha bajada en los precios a través del Ministerio de Agricultura, más concretamente, por medio del Observatorio de la Cadena Alimentaria.
No obstante, desde el Ejecutivo de Pedro Sánchez han hecho repetidos llamamientos a los consumidores a denunciar públicamente si encuentran casos en los que los supermercados no trasladen la bajada del IVA a los precios. Fruto de esos ánimos, Facua alertó la semana pasada de que ciertos productos mantenían sus precios, e incluso algunos se encarecieron.
Ante eso, José Antonio Latre Ballarín, de Ey-Parthenon, apunta en una publicación en LinkedIn que la formación de precios es mucho más compleja. Resumiendo, la ecuación se forma así: costes + impuestos + margen = precio. No obstante, los costes están sufriendo numerosas revoluciones en los últimos meses.
Y siguen haciéndolo en este comienzo de año. Así, Latre señala la entrada en vigor del impuesto a los plásticos de un solo uso. Dicho impuesto "supondrá unos costes adicionales para el conjunto del sector similares al ahorro por IVA". El experto cree que el traslado al precio final "se irá trasladando paulatinamente".
También hay que tener en cuenta la ley de la cadena alimentaria, que exige que el primer productor no venda a pérdidas. José Armando Tellado, CEO de Capsa Food, añade en un comentario a la publicación de Latre que el precio que se le paga al ganadero por la leche sigue subiendo, lo que debe acabar trasladándose al precio de venta, "aunque el IVA sea el 0%".
Por otro lado, los alimentos envasados no sufren tanta variación de precios y, de hecho, aún no han trasladado el aumento de costes, como constata el Banco de España. Mientras, los productos frescos tienen precios variables, como se puede ver en periodos tan señalados como las navidades.
En estas circunstancias, Latre cuestiona que se pueda hacer un control de precios exhaustivo. En su opinión, ese control "solo puede dejarse al mecanismo mágico de la competencia en un mercado abierto". "Si alguien quiere jugar a montar una 'Stasi de los precios' que lo haga, pero que no nos tome el pelo", reflexiona.
En adición, indica que el impacto de la bajada del IVA podría empezar a verse a mediados de febrero, cuando se conozca el IPC de este mes de enero. No obstante, ese dato estará influido por numerosas variables como las que se cuentan en las líneas precedentes.
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