Los supermercados neerlandeses, bloqueados por las protestas de los agricultores
Los tractores y los camiones circulan por las principales autopistas del país, interrumpiendo así el tráfico por carretera en algunos puntos
Agricultores y ganaderos neerlandeses mantienen bloqueados varios centros de distribución de supermercados, en una protesta contra los planes de cierre forzoso de granjas para reducir las emisiones de óxido de nitrógeno, y amenazan con "paralizar" Países Bajos bloqueando carreteras y aeropuertos.
Los tractores y los camiones circulan por las principales autopistas del país, interrumpiendo así el tráfico por carretera en algunos puntos, además del acceso a los centros de distribución de varias cadenas de supermercados, que incluyen Lidl, Aldi o Jumbo, en protestas que están escalando desde hace semanas a medida que el gobierno no cede.
La asociación comercial de supermercados en Países Bajos (CBL) instó este martes a levantar los bloqueos lo antes posible y subrayó que "los supermercados están haciendo todo lo posible para mantener los estantes abastecidos, pero las consecuencias se notan con rapidez, especialmente para los productos frescos".
Hasta las 10.00 hora local (08.00 GMT) había al menos nueve centros de distribución bloqueados en diferentes provincias, según un recuento de la televisión pública NOS.
Estas protestas también están resultando en detenciones, con al menos 15 arrestos la pasada madrugada por los bloqueos de centros de distribución, y la emisión de unas 200 multas por interrupción del tráfico en carreteras, según datos de la policía, que utilizó gases lacrimógenos y perros para disolver algunas protestas.
La Policía pidió ayer a los ciudadanos trabajar estos días desde casa después de que el sector amenazara con “paralizar” el país, incluido el aeropuerto de Ámsterdam, lo que llevó a poner en alerta al Ejército para intervenir en caso de amenaza a la seguridad nacional, aunque de momento las protestas solo han causado interrupciones limitadas.
En un intento de iniciar un diálogo con los granjeros, el gobierno neerlandés designó al veterano político liberal Johan Remkes como mediador para dialogar sobre la necesidad de reducir las emisiones de óxido de nitrógeno en un 40%, lo que incluye el cierre de granjas y reducción de ganado, según dijo el gobierno en junio.
Los afectados consideran que las ayudas que se ofrecen a quienes tengan que cerrar sus negocios no son suficientes.
Las emisiones a base de nitrógeno, como el amoníaco, tendrán que disminuir del 12% al 95% en ciertas reservas naturales, según un mapa del gobierno. Esto afecta al sector agrícola porque el estiércol y los fertilizantes son fuentes importantes de contaminación por nitrógeno.
En 2019, el Consejo de Estado neerlandés aseguró que la política para reducir el exceso de nitrógeno infringía las directivas europeas sobre la protección de hábitats vulnerables y advirtió al gobierno de que necesitaba planes más estrictos.
En paralelo, los pescadores también bloquearon puertos pesqueros para protestar contra los altos precios del combustible y la reducción de espacio de pesca en el mar debido a los parques eólicos.
El Gobierno ya anunció un paquete de ayuda de 444 millones de euros para que la industria pesquera pueda ser “más pequeña, diversa y sostenible”.
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