El sushi, un motor de innovación y tráfico en los supermercados: el caso de Kroger
Kroger apostó por el sushi cuando nadie lo hacía. Ahora es una de las principales áreas de crecimiento de la cadena norteamericana, señala Laureano Turienzo, el mayor experto en retail en español.
En un mundo tan competitivo como el retail, una de las pocas maneras de hacer crecer el mercado consiste en romper las reglas y mirar más allá.
Kroger, la cadena de supermercados estadounidense, es el perfecto ejemplo de esto. "A principio de los 90, cuando decidió vender sushi en sus supermercados, sus competidores se rieron de ellos. Hoy vende 44 millones de pieza de sushi al año", señala Laureano Turienzo, el mayor experto en retail en español, que realiza una profunda reflexión sobre este caso de éxito.
Innovación más allá de los límites del sector
La clave del éxito de Kroger radica en su capacidad para derribar las murallas mentales que limitan a muchos competidores. En lugar de conformarse con emular lo que otros hacían, la compañía decidió explorar ideas fuera de los parámetros tradicionales del sector. El sushi, un producto asociado originalmente a restaurantes especializados, se convirtió en una apuesta arriesgada pero visionaria.
Hoy, Kroger factura alrededor de 150.000 millones de dólares al año, cuatro veces más que Mercadona, y el sushi es una de las áreas de crecimiento más rápido de la empresa. Según declaraciones de uno de sus directivos al Wall Street Journal, los clientes compran al menos un millón de artículos del menú de sushi cada semana en sus más de 2.700 tiendas. Este éxito no se limita a las áreas urbanas; incluso en zonas rurales, donde el sushi no era un alimento habitual, la demanda ha crecido significativamente.
El sushi como experiencia y generador de tráfico
Kroger no se ha limitado a vender sushi envasado. En muchos de sus supermercados, ha instalado "sushi bars" donde los consumidores pueden ver cómo se prepara el sushi en directo y sentarse a disfrutarlo. Esta estrategia no solo ha elevado la experiencia del cliente, sino que también ha convertido los supermercados en auténticos destinos gastronómicos.
El impacto económico es notable. Se estima que el negocio de sushi de Kroger genera entre 400 y 600 millones de dólares en ventas anuales. Pero el verdadero valor va más allá: el sushi ha atraído a decenas de miles de clientes que, de otra manera, no habrían visitado sus tiendas. Y lo más interesante es que la mayoría de estos compradores no se limitan a llevarse sushi; aprovechan su visita para adquirir otros productos, lo que ha impulsado las ventas en general.
Una tendencia en auge
Kroger no es la única cadena que ha visto el potencial del sushi. Según datos de Circana Group, las ventas de sushi en supermercados de Estados Unidos han aumentado más del 50% en volumen y un 72% en valor en los últimos cuatro años.
Este crecimiento refleja un cambio en los hábitos de consumo, donde la conveniencia y la calidad se combinan para ofrecer una alternativa atractiva a las comidas tradicionales.
Redefiniendo el concepto de supermercado
Kroger está redefiniendo lo que significa ser un supermercado. Ya no se trata solo de un lugar para comprar alimentos, sino de un espacio donde los clientes pueden cenar, disfrutar de una experiencia gastronómica y encontrar productos frescos y preparados de alta calidad. Esta estrategia está difuminando las fronteras entre los supermercados, los restaurantes y los establecimientos de comida preparada.
En un mundo donde la innovación es clave para destacar, Kroger ha demostrado que mirar más allá de los límites del sector puede ser la diferencia entre el éxito y la mediocridad. El sushi no es solo un producto; es un símbolo de cómo la audacia y la creatividad pueden transformar un negocio y crear nuevas oportunidades en un mercado cada vez más competitivo.
Kroger quiere que, cuando los clientes piensen en sushi, piensen en Kroger. Y, por lo visto, lo está consiguiendo.
[Una reflexión de Laureano Turienzo para FRS]
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