1.700 empleos penden de un hilo, otra vez, en Tesco

Tesco sigue de 'rebajas', aunque en el peor de los sentidos. El mayor minorista británico acaba de anunciar que 1.700 empleados del Reino Unido se verán afectados por la aplicación de una serie de cambios que tienen como objetivo la simplificación de su estructura operativa para mejorar la eficiencia, informa en un comunicado.

En concreto, la cadena se ha propuesto eliminar las figuras del people manager, compliance manager y customer experience manager de sus establecimientos británicos. Eso sí, la cadena ha precisado que intentará "encontrar un nuevo papel dentro del negocio a los afectados siempre que sea posible" y ha añadido que creará 900 nuevas figuras con competencias más amplias, con lo que la cifra neta de reducción de puestos de trabajo se quedaría en 800.

Estos despidos, se suman a los que viene realizando la compañía desde 2016, cuando estableció un plan de reducción de costes operativos en 1.500 millones de libras (unos 1.710 millones de euros) de tres años a través de la mejora de la eficiencia de su red de distribución y establecimientos y mediante el ahorro en las compras. En enero de 2017, recortó 500 empleos, un mes después despidió a otros 1.700 empleados y el pasado mes de junio se deshizo de un total de 2.300 puestos de su oficina central y con el cierre de un centro de servicio al cliente en Cardiff.

Matt Davies, consejero delegado de Tesco para Reino Unido e Irlanda, ha explicado que estos nuevos cambios "eliminarán la complejidad y ofrecerán una experiencia más sencilla a los clientes". "Son necesarios para garantizar que nuestra empresa siga siendo competitiva y esté preparada para el futuro", ha aseverado.

El directivo ha añadido que, en estos momentos, la prioridad del grupo se centra en apoyar a los compañeros afectados por estos cambios y ha confiado en que sea posible "retener" a la mayoría de ellos en las nuevas vacantes disponibles.