Llega a Cataluña el temido impuesto a las bebidas azucaradas
Una tasa similar podría aprobarse a nivel nacional. El gran consumo y los consumidores muestran su enfado por esta medida.
Estaba previsto que empezara a aplicarse el pasado 1 de abril, pero la puesta en marcha de la medida se prorrogó un mes. Esos 30 días han pasado rápido y las empresas de la industria y distribución alimentaria, así como la hostelería, comenzarán a aplicar este 1 de mayo en Cataluña el nuevo impuesto autonómico con el que se grava a las bebidas azucaradas envasadas. Impuesto temido pero que ha terminado por llegar en la región catalana. Y se espera que una tasa similar sea aprobada por el Gobierno a nivel nacional. Tanto el sector del gran consumo como las asociaciones de consumidores dudan de la efectividad y necesidad de este impuesto.
La nueva medida impositiva que, según el Govern, se aplica por los efectos que estas bebidas tienen en la salud de la población, contempla dos subidas impositivas distintas: la menor de 0,08 euros por litro si el producto tiene entre 5 y 8 gramos de azúcar por cada 100 mililitros y una mayor (de hasta 0,12 euros por litro) en caso de que la cantidad de azúcar supere los 8 gramos por cada 100 mililitros. Dependiendo, por tanto, del valor del producto y del porcentaje de azúcar que contengan, el impuesto puede suponer entre un 8% y un 50% del valor del producto.
Según marca la ley en su artículo 73 (punto 2) el contribuyente es quien suministra el producto, pero "el contribuyente está obligado a repercutir el impuesto al consumidor final de la bebida", lo que hace que las empresas ejerzan, en este caso, como meros recaudadores.
Según explica Aecoc en un comunicado, los productos afectados por la ley son todos los refrescos o sodas, bebidas de néctar de frutas, bebidas deportivas, bebidas de té y café, bebidas energéticas, leches endulzadas, bebidas alternativas de la leche, batidos y bebidas de leche con zumo de fruta, bebidas vegetales y aguas con sabores.
Algunas empresas de distribución se preparan ya para informar a sus consumidores en las tiendas de los nuevos precios que van a aplicar a las bebidas afectadas como consecuencia de la entrada en vigor del nuevo impuesto autonómico.
QUEJAS DE LA OCU
La OCU ha asegurado que el objetivo de este impuesto es, en principio, "gravar el consumo de bebidas azucaradas envasadas por razón de los efectos que tienen en la salud de la población, aunque en ningún momento se habla de obesidad".
La organización de consumidores pone varios ejemplos para que los compradores sepan bien cómo les afectará este impuesto a su bolsillo. Así, una lata de una bebida a base de té (7,7% de azúcar) en lugar de valer 0,60 euros pasará a costar 0,63 eruos. Mientras, una lata de Coca-Cola (10,4% de azúcar), en lugar de valer 0,50 euros costará 0,53 euros. Otra lata de Monster (12% de azúcar), en lugar de 1,25 euros, serán 1,31 euros. Para la OCU resulta muy sorprendente que, por ejemplo, un Actimel fresa con un 12,8% de azúcar quede exento por tratarse de un yogur bebible. Además, la OCU recuerda que las bebidas alcohólicas con azúcar también están exentas.
Un par de céntimos, en opinión de OCU, "no parece suficiente para cambiar los hábitos dietéticos de los consumidores, aunque sí tendrá importantes efectos positivos en las arcas públicas". Además, cabe la posibilidad que, como ha sucedido en otros países europeos, "las empresas asuman ese coste y los precios no cambien".
La OCU ve preocupante el desarrollo de nuevas gamas de productos sin azúcares sustituyéndose por edulcorantes para mantener nuestro gusto por el sabor dulce. Para la OCU "lo fundamental es que las bebidas azucaradas tengan el menor contenido posible de azúcar. "En el interés de la salud del consumidor se tiene que educar el paladar por sabores menos dulces y la mejor forma de hacer frente a los problemas derivados del consumo de azúcar es consumiendo menos cantidad de este ingrediente, no pagando más por él o sustituyéndolo por productos equivalentes", concluye.
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