El consumidor europeo, escéptico ante el futuro alimentario

Demanda alimentos más frescos y saludables y se muestra preocupado por las consecuencias del aumento de la población y la producción masiva, según un estudio de Puratos.

Consumidor comprando fruta en un supermercado / Archivo
Redacción

29 de mayo 2019 - 14:18

El consumidor europeo vive con escepticismo la alimentación del futuro. De hecho, considera que los alimentos serán menos frescos y saludables dentro de 10 años como resultado del aumento de la población y la producción masiva. Por ello, se muestra cada vez más interesado en incorporar ingredientes que percibe como saludables en su dieta diaria, como las fibras vegetales o los granos y las semillas en el pan, por ejemplo, y la fruta o frutos secos en los rellenos de pasteles y productos de bollería.

Estas son algunas de las principales conclusiones del estudio Taste Tomorrow que ha presentado la multinacional Puratos, especializada en productos y soluciones para el sector de la panadería, pastelería y chocolate. Para su elaboración, se ha encuestado a más de 17.000 consumidores finales de 40 países y entrevistado a más de 80 'foodies' en todo el mundo.

Existe una creciente demanda del mercado por consumir alimentos producidos de forma "ética y responsable"

Paralelamente a esas tendencias menos positivas, el informe revela la creciente demanda del mercado por consumir alimentos producidos de forma "ética y responsable". Esto es, al consumidor le interesa cada vez más conocer el origen y la historia que hay detrás del producto adquirido.

Lo mismo ocurre con el proceso de elaboración. La mayoría de los participantes en este análisis tiene la impresión de que los alimentos en 2030 se habrán producido de forma menos artesanal y, frente a esta creencia, demandan recuperar los métodos tradicionales, las elaboraciones hechas a mano y el uso de ingredientes naturales. Así, cuatro de cada cinco encuestados reconoce estar dispuesto a "pagar más por productos verdaderamente artesanos".

HACIA LA PERSONALIZACIÓN

Finalmente, este estudio muestra cómo las empresas tienen que adaptarse cada vez más al consumidor y trabajar aspectos como la conveniencia y la comodidad, la presentación y la personalización de los productos. Y es que, a los españoles y europeos nos interesa encontrar nuestros productos favoritos en cualquier lugar y en cualquier momento y poder consumirlos cuando y donde nos apetezca.

Asimismo, este estudio revela que, cuando hacemos la compra, queremos disfrutar del momento en un ambiente agradable y que cuide la imagen de los productos y, sobre todo, valoramos muy positivamente poder adaptar los alimentos a nuestras necesidades personales para así obtener mejores beneficios.

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