El consumidor, cada vez más selectivo, optará por ofertas diferenciadas por calidad o precio

En la medida que se vuelve a la normalidad tras el estado de alarma, las pautas de consumo están volviendo a parecerse a las de antes de la crisis. "Actualmente, nos encontramos en un punto en el que la economía actuará como un reloj de arena, crecerá el consumo por la base de la pirámide y por el punto álgido, mientras que el consumo de la parte central se encogerá. Es decir, el consumidor cada vez será más selectivo y optará por una oferta que se diferencie por calidad o precio", ha concluido Jordi Gallés, presidente de Europastry, en el marco de las XXXII Jornadas Técnicas organizadas por la Asociación Española de Técnicos Cerealistas (AETC), sobre los nuevos retos del sector de la panadería y bollería.

Gallés analizó la situación de este mercado antes de la Covid-19, momento en el que el consumo total de productos de panadería se mantenía estable, con un leve crecimiento del 0,2%. Sin embargo, el sector progresaba adecuadamente adaptándose a las "mega-tendencias" que el consumidor iba exigiendo: más salud, más transparencia en la cadena de suministros, más calidad. A su vez, estaba aumentando el consumo de los panes especiales, el empleo de masas madres y los procesos lentos.

SER SOSTENIBLE PARA SUBSISTIR

Otro de los temas tratados fue el de la sostenibilidad. "En Europastry son conscientes de la importancia del cuidado del medioambiente y de su impacto en el consumo. Creemos que las empresas que en el corto plazo no sean sostenibles medioambientalmente van a dejar de existir, puesto que el consumidor seguirá estas tendencias", asegura Jordi Gallés.

En este sentido, la compañía de masas congeladas de panadería trabaja en la reducción de las emisiones de CO2, construyendo la primera planta cero en emisiones, favoreciendo un transporte más eficiente y colaborando con iniciativas como la del grupo operativo Innovatrigo. Asimismo, su misión es reducir al máximo el desperdicio y priorizar las cadenas de suministro más cortas.

"A día de hoy, existe un mensaje muy simplista y confuso que entremezcla demasiados factores. Normalmente, el consumidor confunde la sostenibilidad con el consumo de productos ecológicos, que está creciendo a un ritmo del 16%, y las prácticas tradicionales, lo que no siempre es equivalente. Aquí el debate es si tenemos que darle lo que el consumidor quiere bajo esta etiqueta, aunque no necesariamente sea lo más sostenible. En nuestro caso, esa barrera no la debemos franquear como compromiso ético", precisó Gallés.

Por último, el presidente ejecutivo de Europastry señaló que para hacer frente a todos estos retos, la innovación va a ser esencial: "Es algo que tenemos muy arraigado, viene en nuestro ADN, de hecho, Europastry invirtió más de 100 millones de euros en I+D+i en 2019".